El público fue el principal protagonista de la tarde de ayer. Decenas de curiosos y aficionados a la buena música se acercaron al pabellón de LA NUEVA ESPAÑA, sin dejar ni un espacio libre, para ver en pleno apogeo a Celestino Rozada y a Patricia Pariente, Isidoro Arconada y Marina López, quienes compartieron escenario en el segundo concierto.

Algo antes de las 18.30 horas, Rozada, perfectamente ataviado con un traje mexicano, subió a las tablas para cantar a viva voz un amplio repertorio de las mejores rancheras. El de Llanes repetía en la Feria por segunda vez y aunque se quejaba de un dolor en la espalda, no dudó en acudir a su cita con LA NUEVA ESPAÑA. "Hay que hacer un esfuerzo", indicó.

Ante un público entregado a la causa, el cantante autodidacta interpretó temas como "La feria de las flores" o "México con el corazón". En todo momento demostró una admirable profesionalidad y un buen trato con su público, el cual le hacía peticiones musicales, e incluso algunas un tanto indiscretas: "Un 'strip-tease'", gritaban desde la audiencia. Rozada supo resolver con experiencia y cantó a capela "La virgen de Covadonga", acompañado por el fiel público que no se levantó de su asiento hasta el final del recital y que ovacionó al artista , que se mostró agradecido por ello. "Muchas gracias paisanos y paisanas; se me ponen los pelos de punta", se despidió. Sin escuchar la réplica de una de sus fans: "Cómo no se te va a erizar la piel... ¡Con esa voz!".

Sin prisa pero sin pausa, subió al escenario José Manuel García quien fue el encargado de presentar a los asistentes la siguiente actuación.

La asturiana Marina López fue la primera en salir al escenario y cantar con gran sentimiento "María, la portuguesa", canción con la que se llevó aplausos. Pasó el micrófono a su compañero Isidoro Alconada, quien también interpretó con gran destreza algunas canciones con las que consiguió ganarse el cariño del público.

Tras una breve presentación de su estilo, García volvió a ser la voz cantante y no para leer letras con ritmo sino para explicar la procedencia de las dos voces que habían cantado. "Venimos de la escuela de canción española 'Santa Marina'", explicó el presentador. Su intención fue dar las gracias al periódico por la invitación y homenajear una de las compañeras ausentes que no pudo asistir por problemas con su voz. Además, tuvo tiempo de presentar a la instructora vocal de la escuela, Patricia Pariente, quien al final de la actuación se animó a cantar algunos temas. Un día más, toda una exhibición de vozarrones veteranos.