Para el Ayuntamiento de Pravia, "el balance de esta edición es muy positivo", ya que la fiesta "transcurrió durante todo el día en un ambiente normal, sin incidencias y con más de 32.000 personas". En cuanto a los incidentes ocasionados con motivo del cierre del bar situado en el prao Salceu al finalizar la fiesta, a las doce de la noche, el Ayuntamiento quiso dejar claro que "no se corresponden con lo que es el Xiringüelu y su esencia". En una nota, el Ayuntamiento añade que "este tipo de comportamientos son intolerables" y por tanto los condena públicamente. También agradeció "profundamente" el gran trabajo de la Cofradía del Xiringüelu y de todos aquellos para que la romería "siga creciendo de manera ordenada".