La máxima que lo dirige todo, "quien contamina paga", resuelve que la cuenta la paga sobre todo la industria. Insistiendo mucho en quién pone el dinero, el Gobierno del Principado aprobó ayer la revisión de los planes de mejora de la calidad del aire de Gijón y Avilés y un proyecto de acción a corto plazo para reducir el impacto de las emisiones de benceno en Trubia que extienden una factura conjunta de 25,4 millones de los que la Administración autonómica apenas aporta un millón. El consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, anunció la actualización hasta 2019 de las medidas anticontaminación articuladas en 2014 para Gijón y Avilés y una estrategia para Trubia hasta diciembre de 2018 que no enmiendan, quiso precisar de inmediato, el recorrido emprendido en los tiempos de su antecesora en el cargo, Belén Fernández. "Los planes han sido muy eficaces", sentencia. "Los revisamos para mejorar".

El desglose asigna al plan de Avilés 15 medidas a 13,7 millones de euros, al de Gijón 17 proyectos a 6,6 millones y completa la intervención en Trubia con 26 acciones a razón de algo menos de cinco millones. El director general de Calidad Ambiental, Manuel Gutiérrez, desmenuzó las previsiones de los proyectos asegurando que incluyen la aplicación de "límites de emisión más estrictos" mediante la revisión de las Autorizaciones Ambientales Integradas de las empresas o en los puertos la prolongación de "los apantallamientos, riegos, limpiezas y control de acopios". Añadió la ya anunciada implantación de dispositivos de videovigilancia de las emisiones y excluyó de estos planes la pretensión, que permanece, de dotarse de unidades móviles para medir in situ picos de contaminación que pueden no quedar registrados en las estaciones fijas. En concreto, afirma Gutiérrez, hay ya una en funcionamiento y dotación presupuestaria para adquirir otra este año. Además, la administración prevé intensificar los estudios sobre el origen de la contaminación -sobre todo en Monteana y Lauredal, en Gijón, y San Juan de Nieva (Castrillón)- y las iniciativas de información a la ciudadanía.

Entre las intervenciones específicas consignadas en los planes, el director general menciona proyectos en marcha como la construcción de un nuevo almacén de blenda en Asturiana de Zinc (AZSA), o los apantallamientos en ejecución en las zonas portuarias de Aboño y El Musel y el asfaltado en las inmediaciones de la regasificadora. En Trubia, las 26 medidas propuestas se las reparten el Principado y las dos industrias responsables de las emisiones, Industrias Doy y Química del Nalón, pero sobre todo ésta, a la que corresponde invertir hasta el 1 de diciembre de 2018 4,58 de los 4,9 millones de la dotación total del plan. Otras compañías concernidas por el pago de los gastos son, según Gutiérrez, Arcelor, Ebhisa , Tudela Veguín y la central térmica de Aboño además de AZSA, Fertiberia o Alcoa.

La revisión no entra en las sanciones por incumplimiento. Se aplicarán, precisa Lastra, "las establecidas en la normativa".