Ha buscado donantes de médula ósea para otras personas y ahora es ella quien la necesita. La gijonesa Verónica del Fueyo Álvarez, promotora desde hace años de la donación altruista para salvar vidas de enfermos de leucemia y linfoma, se confiesa "muy triste y a la vez muy enfurecida". Y considera que tiene sobrados motivos: la donante más compatible con ella, una española, se ha vuelto atrás. Es decir, se había hecho las correspondientes pruebas para ceder, llegado el caso, una parte de su médula ósea, pero una vez que le fue comunicado que una persona la necesitaba, se ha negado a que se la extraigan. Afortunadamente, Verónica del Fueyo también es compatible con una donante alemana que, en principio, no le fallará. Ante esta situación, la mujer gijonesa se pregunta: "¿Qué pasa con el que sólo encuentra un donante y éste se vuelve atrás cuando le llaman?".

Verónica del Fueyo padece desde hace años una enfermedad hematológica. Esta circunstancia la empujó años atrás a formar parte del grupo de impulsores en Asturias de "Médula para todos", un colectivo que, por ejemplo, se ha volcado en la búsqueda de un donante para Valeria Vilar Díez, una niña asturiana de casi tres años que ya ha sido sometida a un trasplante del que se recupera de forma paulatina.

Ayer, en su perfil de "Facebook", la activista gijonesa hacía pública su situación: "He sido parte activa de la plataforma 'Médula para todos Asturias' y he vivido muchas historias, he conocido muchos casos, y me pongo en la piel de cada uno de ellos. Unos porque no sobrevivieron al trasplante, otros porque no encontraron un donante compatible y se murieron, y ahora en mis propias carnes sufro esto". Y añade: "Seamos consecuentes con nuestros actos. Esto no es una moda. Es la responsabilidad de poder salvar una vida, si te llaman para hacer efectiva la donación".

Ayer, los compañeros de Verónica del Fueyo en la plataforma "Médula para todos", cerraban filas con ella. "Nadie se merece una situación así, pero aún menos una persona tan comprometida y generosa", señaló una de las personas que más ha trabajado con ella en los últimos tiempos.

A Verónica del Fueyo no le ha tomado por sorpresa la necesidad de someterse a un trasplante de médula. Es una opción que ya barajaba en enero de 2014, cuando participó en un reparto de folletos informativos en el estadio del Carlos Tartiere, con motivo de un partido del Real Oviedo. En aquel momento declaró a LA NUEVA ESPAÑA que tenía asumida la posibilidad de recurrir ella misma a un trasplante de médula. "Yo no tengo hermanos compatibles", indicaba, lo que implicaba confiar en la aparición de "un donante o alma gemela", expresión empleada por los integrantes de "Médula para todos".

Tiempo después, el 23 de septiembre de 2015, Verónica del Fueyo publicaba en este periódico una "Columna del lector" en la que, bajo el título "Regala vida", exponía su visión de la solidaridad relacionada con el trasplante de médula ósea. "Debido a mi enfermedad me estoy implicando todo lo que puedo en intentar difundir, concienciar a la gente de lo importante que es la donación de médula y cordón umbilical", señalaba en su alegato.

Acto seguido, invitaba a los lectores a ejercitar la empatía: "¿Podéis imaginaros lo que para un enfermo es esperar encontrar una médula?", preguntaba de forma retórica. Y aportaba algunas cifras, según las cuales "en España sólo el 0,3 por ciento de la población es donante; eso en datos son unas 130.000 personas". Verónica del Fueyo añadía: "Me parece una cifra ridícula, cuando en España cada año unas 7.000 personas son diagnosticadas con algún tipo de enfermedad hematológica". Y proseguía, en lo que ha sido un preludio de su propia vivencia: "Muchas de ellas necesitarán un trasplante para poder seguir viviendo y muchas de ellas no tendrán un familiar compatible, así que tendrán que acudir a ese banco de donantes".

Del Fueyo aprovechaba la tribuna que le ofrecía este diario para manifestar su gratitud "a todos los donantes, bien sea de médula, sangre, órganos o cordón umbilical". "Gracias por hacer la labor que hacéis..., regalar vida..., ¡qué bonito! y a la vez emocionante. Gracias porque, con vuestro acto solidario, muchas personas pueden seguir viviendo. Nunca me cansaré de agradecerlo. ¿Habrá algo más bonito que regalar vida?".

Ahora es ella, la gijonesa Verónica del Fueyo, la que lucha por la vida y la que solicita un gesto de solidaridad.