Fin de semana y puente de La Asunción con días de sol y buenas temperaturas. Consecuencia: playas llenas y carreteras colapsadas. Ayer, de nuevo, la Autovía del Cantábrico (A-8) a la altura de Villaviciosa registró caravanas de hasta 15 kilómetros en el entorno de la una de la tarde. Era la hora de ir a los arenales. Y por la tarde, los más madrugadores empezaron a retornar sobre las seis, y poco después de las siete las retenciones ya eran de seis kilómetros, que llegaron hasta los 11 a las nueve de la noche.

La Jefatura Provincial de Tráfico en Asturias prevé que las carreteras asturianas registren unos 185.000 desplazamientos desde el pasado viernes hasta el martes. De ahí que se adoptaran medidas preventivas que se ven intensificadas cuando hace buen tiempo por la intensidad del tráfico interno y recorridos cortos para acceder a las playas de la región.

La Autovía del Cantábrico es especialmente conflictiva a la altura de Villaviciosa, debido a la cantidad de bañistas que acuden a algunos de los arenales más visitados del Principado, como son los de Rodiles, La Ñora y España.

La Dirección General de Tráfico (DGT) decidió a principios de verano establecer medidas especiales entre los puntos kilómetros 356,2 y 358,2 sentido Galicia, correspondientes con el tramo que se inicio a la salida del túnel de Villaviciosa, donde se elimina el tercer carril con el objetivo de mejorar la fluidez del tráfico de retorno de la zona de playas.

Además, durante los fines de semana y festivos se incrementa, en ese mismo tramo de la Autovía del Cantábrico, el número de agentes de Tráfico para hacer que la circulación sea más fluida, y se facilita información en los paneles sobre el estado de la capacidad de los arenales, con el fin de que, una vez completados los aparcamientos, los automovilistas puedan circular en busca de otro emplazamiento.

Pero aún así, ayer se repitieron las caravanas típicas de todos los fines de semana y festivos en los que luce el sol y suben las temperaturas en la región.

El atasco que se produjo al mediodía hizo que los vehículos que circulaban procedentes de Gijón ya estaban parados antes del enlace de Grases. La caravana llegó a alcanzar los 15 kilómetros de longitud, hasta los túneles de Niévares, hacia las 13.00 horas, entre los puntos kilométricos 353 y 368. Fue el momento de máxima densidad, con nivel amarillo, según informó la Dirección General de Tráfico en su cuenta de Twitter.

El mismo aviso amarillo se volvió a producir por la tarde. A las seis y media de la tarde ya se alertaba de retenciones, que a las siete alcanzaban los seis kilómetros en sentido Galicia. Lejos de reducirse, la caravana se agrandaba a medida que pasaban las horas, y a las nueve de la noche ya alcanzaba los 11 kilómetros. Posteriormente empezó a reducirse y a las diez de la noche se dio por finalizada.

Las previsiones para la jornada de hoy no son mucho mejores, ya que se prevé un día soleado y con temperaturas más elevadas que las que se registraron ayer en el Principado.

El anterior gran atasco se produjo hace un mes, el pasado 16 de julio, cuando en la región las temperaturas llegaron a superar los 30 grados centígrados y las playas asturianas estuvieron a rebosar.

Ese día la circulación fue muy intensa sobre todo al mediodía, y una vez más se colapsó la Autovía del Cantábrico antes de llegar a Villaviciosa y en el enlace Lastres-Venta del Pobre. También hubo caos en el arenal castrillonense de Bayas, debido al exceso de vehículos en el aparcamiento sin regular y a la tensión entre los bañistas y dueños de perros -en esa playa está permitida su presencia.