Con miedo y convencidos de que "algo así podía pasar". Así han vivido esta tarde el atentado de Barcelona los asturianos residentes en la ciudad condal. "Siempre dije que girar un volante y llevarse a gente por delante es demasiado fácil. Las Ramblas están demasiado abiertas. El móvil me ardía esta tarde con mensajes y fotos. Todos hemos sentido miedo", confesó Jorge González, actualmente de vacaciones.

"Nos vamos con una gran sensación de inseguridad a pesar de toda la Policía que había por aquí", relató por su parte Pablo González, un ovetense propietario de una sidrería situada a apenas diez minutos del lugar del suceso.

El músico poleso Pablo Manuel Fernández, hoy en Aarhus (Dinamarca), pero durante muchos años tuba de la Orquesta Sinfónica de Barcelona, expresó en su página de Facebook los sentimientos que les embargaban: "Tristeza, rabia, impotencia... No me lo acabo de creer. Los cobardes solo saben actuar de una manera. Mi querida Barcelona, mis Ramblas... Sin palabras. Solo espero que los que han hecho esto paguen por ello. Mi más sentido pésame a las familias de las víctimas y muchos ánimos a todos mis amigos de Barcelona".