El faro de Luarca se convirtió ayer punto de encuentro para los radioaficionados asturianos. La Autoridad Portuaria de Avilés permitió el paso controlado al entorno del edificio para poder observar cómo trabajan los apasionados de este mundo.

Las personas encargadas del encuentro instalaron tres antenas de distinto alcance para contactar con otros puntos del planeta. Las comunicaciones, que también pueden hacerse hoy, llegaron ayer al otro lado del océano Atlántico.

El vicepresidente de la Unión de Radioaficionados Españoles de Avilés, Gerardo González, explica que esta actividad sirve para conmemorar el Fin de Semana Internacional de Faros. Durante toda la jornada de hoy es posible contactar con la instalación luarquesa para adquirir el diploma que acredita una comunicación por radio con este faro valdesano, que está cerrado todo el año.

"Es una forma de poner a Luarca y al Principado en el mapa mundial", informó González. Los equipos para poder hacer estas comunicaciones pueden adquirirse de segunda mano por 600 euros. El más caro, según González, alcanza los 12.000 euros. "Esta afición es romántica y cara", dijo.