"Existe una gran responsabilidad, puedes mandar a alguien directamente al hospital". Las palabras de Begoña López, dueña de un obrador de productos sin gluten, muestran a la perfección la importancia de la correcta elaboración de estos alimentos, así como del control que se ha de seguir en los establecimientos de hostelería que los ponen de venta al público.

Sobre todo ello se debatió ayer en la IV Jornada Celíaca celebrada en la Feria Internacional de Muestras de Asturias en una mesa redonda que llevaba por título "Comer fuera de casa", compuesta por expertos, productores y hosteleros.

"Nosotros entramos en las cocinas para que vosotros, como celíacos, podáis consumir con seguridad, es un gran trabajo para que podáis evitar preocupaciones", resumió Elena Díaz, del Departamento de Formación y Validación de la Asociación Celíaca del Principado.

En la charla intervinieron dos hosteleros, Manuel Gutiérrez y Pablo Cueto, en cuyos restaurantes la carta es totalmente sin gluten "menos las croquetas", reconoce el primero. El caso de Cueto es clarificador. "Mi hijo fue diagnosticado celíaco el pasado año", relató, "por eso voy a crear mi restaurante, el que puedan comer fuera de casa, sin problema y sin inseguridades, disfrutando".

Lo más importante en estos casos es, sin duda, "la seguridad". "Alguien no es medio celíaco o un poco celíaco", enfatizó Izaskun Martín-Cabrejas, del Departamento de Seguridad Alimentaria de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, "aunque no exista sintomatología, aunque no te siente mal lo que comes, el daño intestinal siempre existe", recalcó. Por ello, "hay que acostumbrarse a llevar una dieta sin gluten de por vida, hay que adaptarse a la nueva situación".

Del mismo modo que se adaptaron los comercios que incluyen en sus cartas productos sin gluten. "No es un nicho de mercado, no tiene incidencia real en la facturación, tiene mucho más tirón el mercado vegetariano o vegano", aseguró Gutiérrez. "Además, el coste de la materia prima es más caro, los márgenes más pequeños y las pérdidas, en caso de que las haya, mayores", sentenció López.

Sin embargo, Martín-Cabrejas sí que ve en los alimentos sin gluten un "mercado emergente en la industria ya que cada vez hay mayor variedad, ven una oportunidad", pero la nutricionista saca el lado positivo: "así los celíacos pueden comer de todo", concluyó.