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Las tarifas populares del caldo regional

Aplauso de los turistas al precio de la sidra: "Es más barata que el vino o la cerveza"

"Para ser un producto natural y de tan buena calidad", los 2,70 euros de la botella resultan razonables para la mayoría

Iñigo Sáenz aprendiendo a escanciar

Natural, refrescante y... a buen precio. Los turistas que visitan estos días el Principado lo tienen claro. "El precio de la sidra es estupendo, teniendo en cuenta el servicio que conlleva. Mucho más que una cerveza o un vino", coincidían varios grupos de foráneos, ayer al mediodía, en Gascona (Oviedo), donde el calor castigaba sin piedad. Las altas temperaturas pedían refrescarse con una sidra bien fría. "Esta buenísima, es la primera vez que la tomaba y no sabía que el sabor era tan intenso", comentaba Elisabeth Venegas, andaluza que junto a su pareja saboreaba unos culetes ajena a cualquier polémica sobre el "pacto del culín". Ellos no eran los únicos procedentes de la comunidad septentrional. "Nos gusta muchísimo y hay que reconocer que en comparación con cualquiera de las otras bebidas alcohólicas de baja graduación, es mucho más barata", apuntaba Manolo Martínez nada más llegar de Huelva.

La madrileña Esmeralda López también lo tenía claro mientras disfrutaba en Gijón del Mercadín de la Manzana y la Sidra que se celebra estos días con motivo de la fiesta dedicada al caldo regional."En Madrid para tomar una buena sidra, primero tienes que ir a un buen restaurante asturiano y pagar la primada", sostiene López. A su juicio resulta ideal la posibilidad de disfrutar del buen tiempo, frente al mar, "donde puedes pasar la tarde en la cuesta del Cholo, rodeada de buen ambiente mientras bebes sidra a un precio más que razonable". El bilbaíno Iñigo Saenz es otro loco por la sidra. Incluso trataba de aprender a escanciar. "Es complicado, pero muy bonito. Me encanta la sidra y desde luego su precio no me parece para nada elevado", aseguraba junto a su compañera boliviana, Daniela Granafulic.

Pero no todo eran voces a favor de los actuales precios. "Me parece muy cara. Yo me fui de Asturias a Barcelona hace 42 años y de aquellas era infinitamente más barata. En general diría que los precios de la hostelería están muy inflados", manifestó Isabel Carmona, una ovetense que emigró a Barcelona hace casi medio siglo, que volvió estos días al Principado junto a su marido, el granadino Rafael Moreno.

En la sidrería La Noceda, en Sama, los turistas también confesaban su devoción a la sidra. A Tano Giganto los precios actuales le parecen "razonables". "Muertu en el barril de sidra antes que beber cubatas; un cuelete siempre, lo prefiero mil veces. Para mí la sidra va hasta el fin del mundo", aseguró. Marcelino Suárez apuntaba incluso que, en este momento, "el precio de la sidra debería subir progresivamente. De aquí a dos años podría llegar a tres euros. Yo la consumiría igual, pero si pasa de tres ya no. Me parecería excesivo". "Está muy guapo así", apostillaba José Luis González, una posición que certificaba Horacio Siciliano; "Si subiera mucho consumiría menos, pero estando así está perfecto. Con estos calores un culetín fresquín entra bien".

Entre los asturianos existen muchas menos dudas. El gijonés Nicolás Menéndez ni se plantea cambiar la sidra por el calimocho. "Desde luego la calidad no es la misma", sostiene, "la sidra es un buen reclamo para el turista, al que le encanta el proceso de escanciar y pueden comprarse varias botellas por lo barata que es".

Blanca Gutiérrez, también gijonesa, mantiene idéntica preferencia por la sidra. "Al final te juntas con amigos, y nunca falta pero no piensas tanto en el precio". En Bélgica, lamenta Jésica Zapico, el precio de la sidra está muy alto comparado con el de Asturias. "Como viajamos en avión sólo podemos llevar dos botellas, pero si pudiéramos llevaríamos más", confesó. Más bondades. "Para ser un producto natural y de tan buena calidad, el precio está muy bien. Me llevo a Pamplona unas cuantas botellas", declaró Nestor Tenesaca.

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