Asturias está por debajo de la media del país en gasto farmacéutico, según la memoria socioeconómica y laboral del año 2016 elaborado por el Consejo Económico y Social (CES). Este organismo ha alertado de la gran disparidad existente entre las distintas autonomías tanto en el número de recetas como en el importe medio. El gasto medio por receta se situó en el Principado en los 12,3 euros, el tercer mayor del país, sólo por detrás del País Vasco y Cantabria.

El informe del CES ha constatado un claro cambio de tendencia al alza en el gasto farmacéutico tras la contención de la década pasada. Desde 2014 han comenzado a registrarse subidas en las partidas destinadas a la compra de medicamentos. El gasto farmacéutico ascendió a 9.913 millones de euros en el ejercicio de 2016 , una cifra que supuso un incremento del 3,96 por ciento respecto al año anterior, según los datos que maneja el CES.

En Asturias también subió la factura farmacéutica pero algo menos que la media nacional, concretamente un 3,8 por ciento, una cifra que dejó al Principado como la décima autonomía donde más se elevó el gasto en medicamentos, un ranking encabezado por las ciudades autónomas de Ceuta (un incremento del 9,3%) y Melilla (6,5%), Valencia, Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid, Canarias, Cantabria y Murcia. Todas estas autonomías están por encima de la media mientras que Baleares, Navarra, Asturias, Castilla y León, Andalucía, Extremadura, La Rioja, País Vasco, Cataluña y Galicia están por debajo.

El gasto de Asturias en recetas durante el pasado ascendió a algo más de 267 millones de euros, una media de 12,3 euros por receta según los datos recopilados por el CES. La autonomía que más dinero destinó, en términos absolutos, a su factura farmacéutica fue Andalucía, con 1.707,7 millones, seguida de Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. En el lado opuesto de esa clasificación está La Rioja, que destinó 70,5 millones de euros. El gasto medio por receta facturada más bajo del país corresponde a Andalucía y es de 10,1 euros. El CES destaca en su memoria que la adopción de diferentes medidas para favorecer la competencia, como la aplicación de precios menores y más bajos, ha influido en un mejor control del gasto que supone buena parte del presupuesto destinado a la sanidad.