Ex consejero de Educación

José Luis Iglesias Riopedre

Nacido en el barrio de Casablanca de Vigo en noviembre de 1939, Riopedre lleva casi toda su vida en Asturias. Estudió Filosofía. Llegó a su primer cargo público en 1984 cuando fue nombrado director provincial de Educación. Desde entonces siempre ha ido de la mano del expresidente Vicente Álvarez Areces. Estudió en el Colegio de los Maristas, en Vigo, y vivió una segunda adolescencia muy ligada a la Juventud de Acción Católica. De aquélla era católico practicante y muy cumplidor, el camino que le condujo a entrar en la orden de los dominicos y a irse a vivir a Ocaña (Toledo), donde permaneció seis años en una residencia religiosa. Nunca perjuró, sin embargo, de aquella etapa que estaba destinada a ser temporal. Amigo personal de quien iba a ser ministro de Educación con Adolfo Suárez, José Manuel Otero Novas (nacieron en el mismo barrio, jugaron en las mismas calles), ambos iban a tener un singular protagonismo en las primeras conversaciones oficiosas para la legalización del PCE, en el que Riopedre militaba. Era 1976. Unos años antes, a comienzos de los sesenta, Riopedre vivía en Madrid, habitual de tertulias muy rojas como la que el Grupo Tácito celebraba en una cafetería de la calle Guzmán el Bueno, frente al cuartel general de la Guardia Civil. Riopedre se afilió al PC en Alemania, donde amplió estudios filosóficos entre 1968 y 1970. Volvió con ideas claras, después de estudiar a Marx, preparado para vivir una etapa de cambios. Carrillo flirteaba con el eurocomunismo. Fue profesor del Colegio Auseva, del IES Alfonso II y del Instituto Clarín, en Oviedo. Profesor tranquilo, según los que le conocieron en el aula. Su nombramiento como segundo de Areces de la Dirección Provincial de Educación le hizo abandonar su actividad docente en 1984, de la que se jubiló al inicio del presente curso. Fue director regional de Educación y viceconsejero de Educación. Vivió en primera línea el traspaso de competencias educativas en el curso 1999-2000 y fue consejero desde 2003.

Ex directora general de Planificación y Centros

María Jesús Otero

María Jesús Otero era maestra en Nueva de Llanes cuando su amigo Antonio Trevín hacía lo propio en Hontoria, el pueblo de al lado, como quien dice. Ambos formaban parte del que en Llanes se conocía como el «clan de los maestros», un grupo que, en los primeros años ochenta del siglo pasado se reunían, entre otras cosas, para hablar de política. De aquellos encuentros, en los que María Jesús Otero siempre ocupó un segundo plano, saldría la estrategia que llevó al PSOE a conquistar el poder en Llanes, concejo conservador por antonomasia hasta entonces, con Trevín como principal espada. Antes de aquella histórica victoria sobre la derecha, el maestro Trevín fue llamado para sustituir a Vicente Álvarez Areces como delegado provincial de Educación. Corría el año 1986 cuando llegaron a Oviedo Trevín y María Jesús Otero, una mujer de fuertes convicciones religiosas, que perteneció al Instituto Misionero Seglar, con sede en la ovetense calle de Foncalada. De la Dirección Provincial de Educación pasó a la consejería del ramo, donde ya casi siempre fue de la mano de José Luis Iglesias Riopedre. Tuvo mucho que ver con la creación de escuelas taller en Asturias, especialmente con la de Llanes, la tercera que funcionó en España. María Jesús Otero, mujer que siempre ha estado muy comprometida con diversas ONG, ha ocupado altos cargos en la Administración desde 1986 hasta hace cinco meses, con la salvedad del período que va de 1995 a 1999, cuando gobernó en Asturias la derecha. Entonces volvió a la docencia. Su último destino fue la Escuela de Adultos de la costa del oriente, aunque nunca llegó a ocupar la plaza. El 5 de agosto de 2010 era destituida por Riopedre minutos antes de que éste dimitiera por «razones de salud».

Ex jefa de Servicios Administrativos

Marta Renedo

Marta Renedo Avilés entró en la Administración pública asturiana en 2003 como jefa del Servicio de Promoción Cultural, de la mano de la que por aquel entonces ejercía como responsable de Cultura del Principado, Ana Rosa Migoya. «Han tenido una relación muy estrecha entre las dos siempre», aseguraban ayer fuentes cercanas a la funcionaria. Tanto que Migoya trasladó a su departamento a la gijonesa cuando llegó al puesto de consejera de Administraciones Públicas. Entonces la ahora detenida comenzó a ejercer como jefa de Servicios Administrativos. En febrero de 2010 Migoya decidió destituirla. La Policía investigaba por aquel entonces las supuestas adjudicaciones irregulares que Renedo había realizado a favor de su propia empresa de informática. Esta sociedad llegó a facturar medio millón de euros. «Desde febrero de 2010 no hemos sabido más de los tribunales», asegura el abogado de la ahora detenida, «hemos enviado dos escritos al Juzgado poniéndonos a disposición de la magistrada que investiga el caso para que tomara declaración a mi clienta y no se ha hecho nada». Once meses después de su cese, Marta Renedo, una mujer que muchos funcionarios recuerdan «atractiva» y de «vistosa» apariencia tras un cambio de «look», fue detenida el lunes.

Igrafo

Víctor Manuel Muñiz

Víctor Manuel Muñiz Menéndez, fundador de Igrafo y uno de sus tres accionistas, junto con su hermano José Roberto Muñiz y Manuel Gutiérrez Galiano, ya retirado, es conocido en el barrio de Teatinos como «Víctor el de la tarabica», en alusión a su característica prenda de vestir. La pajarita es una de sus señas de identidad, reflejo de un hombre con ideas propias, emprendedor en los negocios. Tal como le definía ayer un conocido. «Una de esas personas a las que nada se les pone por delante». Su empresa tiene fama ganada de diligente y profesional en extremo. Muñiz creció en una familia modesta del barrio de Teatinos. El padre fue chófer de la extinta empresa Autocares Traval. En los años sesenta inició el negocio de papelería que con los años se extendió al resto de Asturias, León y Cantabria. La empresa tiene tiendas en Oviedo, Gijón y sede en el polígono de Asipo.

Almacenes Pumarín

Alfonso Sánchez

Alfonso Carlos Sánchez se crió en Pumarín (Gijón). En 1980 comenzó a trabajar en el negocio de su padre, Ceferino Sánchez, propietario de la librería Astur, que fue la primera del barrio, fundada en 1960. Incluso fue premiada cuando Vicente Álvarez Areces era alcalde de Gijón, por ser el negocio más antiguo de la zona. Al joven Alfonso la librería pronto se le quedó pequeña y quiso volar solo. Observó que los responsables de los colegios compraban los objetos de consumo habitual en las librerías más próximas. En 1985 se lanzó a visitar los centros para ofrecerles productos y servicios, y facilitarles los procesos de aprovisionamiento. Comenzó como autónomo y dos años más tarde se asoció con su padre para crear Almacenes Pumarín, en unos bajos comerciales de la calle Ampurdán de Gijón. Originariamente, el negocio, ahora asentado en el polígono de Roces, se basó en el suministro a colegios, institutos y centros de Preescolar de Asturias. En 1997 la empresa dio el salto al mobiliario de oficina y otro tipo de servicios. Durante la última década, la empresa se extendió por casi toda España, salvo Cataluña, La Rioja y Aragón. El grupo APSA, que actualmente cuenta con 14 sociedades, facturó, en 2009, 21 millones de euros. En los planes de Sánchez estaba expandirse por América Latina, Angola y Marruecos. Su empresa es la única asturiana homologada por Patrimonio del Estado para suministrar equipamientos a los ministerios y organismos oficiales como el Ejército. María José Adúriz, la esposa de Sánchez, no forma parte de la plantilla de la empresa en la que hay mayoría de mujeres. Casado con María José Adúriz, Alfonso Carlos Sánchez tiene dos hijos.