Lejos de agitar, el desenlace del "caso Marea" siembra la calma. En el fallo judicial más esperado de Asturias, opinan expertos juristas, el retraso de la resolución diluye la percepción de la gravedad del castigo. Especialistas consultados por este periódico critican los más de siete años transcurridos entre el inicio de la investigación y la notificación de las condenas: "La justicia lenta no es justicia". También es inusual, opinan, aunque no del todo insólito, dar a conocer el fallo y no la sentencia. "Hemos pasado del gran caso de la corrupción, el que debería ser nuestro 'Gürtel', a un pacto de chigre", protesta Ignacio Villaverde.
El catedrático de Derecho Constitucional no oculta su frustración: "¿Siete años para esto? Me parece un despropósito de principio a fin". El secretario del Consejo Social de la Universidad de Oviedo se muestra "enormemente sorprendido" por no conocer aún la sentencia: "Esto es como decir cuánto te va a caer de cárcel sin explicar por qué". Villaverde considera chocante que todo el caso haya sido desarrollado "en el ámbito doméstico, sin ser absorbido por Madrid" así como que se hayan mezclado a Renedo con el resto de implicados. "Creo que la instrucción no es modélica y que hubo mucha precipitación. Tengo la sensación de haber asistido al gran espectáculo del despropósito", expresa. Con todo, añade, "no legitimo la acción de los condenados".
Luis Roca, profesor de Derecho Penal de la Universidad de Oviedo, lamenta sobre todo el retraso de la sentencia desde la convicción de que "el retardo en dictar una condena diluye la gravedad de la pena en el tiempo". Y los más de siete años que han transcurrido en el "caso Marea" "difuminan" la eficacia de una justicia que incluso "más que dura o severa tiene que ser rápida". Sin entrar en el contenido concreto del fallo, el jurista acentúa la necesidad de acortar los plazos, aunque tampoco se escandaliza a la vista de los trece meses que ha invertido el tribunal en la redacción de la sentencia. "Habrá que ver el volumen, seguramente grande, de folios que tiene", apunta. La supuesta anomalía del anuncio del fallo siete días antes de la divulgación de la sentencia no es, por lo demás, "lo habitual", ni siquiera "normal", "pero en casos mediáticos o importantes a veces se adelanta el fallo" a título meramente informativo, sin que empiecen a correr los plazos para recurrir o formular alegaciones hasta que efectivamente se divulga la sentencia.
A este respecto, el profesor de Derecho Penal Jesús Bernal dice que "no tiene especial importancia" que haya salido antes las condenas que la sentencia: "No lo veo problemático". Bernal, que es hermano del primer abogado (Ángel Bernal) de María Jesús Otero, considera que el proceso ha sido el "correcto". Eso sí, pide agilizar los plazos para que las penas "tengan su efecto". El experto "no justifica pero sí explica" por qué el fallo llega siete años y siete meses después de la primera denuncia: "Es una instrucción procesal complejísima, hay un número alto de acusados y el tema probatorio es difícil".
