El bajo precio que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas están dispuestos a pagar por la vacuna de la gripe puede causar un retraso en el suministro de las dosis y en el inicio de la campaña de inmunización de este próximo otoño. El acuerdo marco alcanzado por la administración central y buena parte de las autonómicas -entre ellas Asturias- ha establecido una bajada del 17 por ciento en el importe de la licitación de cada dosis, que ha pasado de 3,50 a 2,90 euros.
Esta cifra es muy inferior a las que pagan los sistemas sanitarios de otros países europeos, e incluso más baja que las que abonaba la sanidad española hace unos años. En consecuencia, se corre el riesgo de que los laboratorios adjudicatarios dejen a España en la cola de clientes a los que han de abastecer. La intención de la Consejería de Sanidad del Principado consiste en iniciar las vacunaciones "lo antes posible dentro del mes de octubre".
El año pasado, la inmunización se inició más tarde que nunca, el 31 de octubre, debido precisamente a un retraso en la entrega de las dosis por parte del fabricante. Esta demora coincidió con un inesperado adelanto en la llegada de la gripe, y la resultante de esta conjunción de factores fue un aumento de la cifra de afectados por la enfermedad y de fallecidos, en particular entre las personas mayores a causa de un cambio del virus dominante.
Asturias suele adquirir cada año unas 217.000 vacunas. En las últimas temporadas (con la ya citada excepción de la pasada), la epidemia gripal solía llegar a finales de diciembre, aumentar su cota a lo largo de enero y comenzar el descenso en los primeros compases de febrero.
El acuerdo marco sobre el precio de las vacunas suscrito por el Ministerio de Sanidad y las autonomías establece las condiciones a las que han de acogerse las licitaciones que hagan las comunidades autónomas. En el presente ejercicio, debido a las sucesivas bajadas de la oferta de las administraciones sanitarias, sólo tres laboratorios se han mostrado interesados en suministrar a España.