La Consejería de Sanidad del Principado aspira a dar un vuelco organizativo a la atención sanitaria, a base de mejorar la coordinación entre los centros de salud y los hospitales. El proyecto se plasmará en que el médico de primaria que ve necesario derivar a un paciente al especialista le envíe primero a ese médico la información esencial de ese caso. De este modo, el especialista, en pocos días, le responderá si necesita ver a ese enfermo, con qué grado de prioridad y si requiere que antes se le haga alguna prueba complementaria; o, en el caso de que no considere pertinente atender en persona a ese usuario, le indicará al médico de primaria qué seguimiento debe hacerle.
Este plan del Servicio de Salud del Principado (Sespa), esbozado por su gerente, José Ramón Riera, permite "ahorrarse el 30 por ciento de las derivaciones a los hospitales", señaló Riera, tomando como base algunas experiencias pioneras en Estados Unidos y México. Se trata, aclara el gerente del Sespa, de consultas que eran innecesarias, pero que actualmente, debido a la falta de este nexo de comunicación previa, se celebran, lo que conlleva masificaciones y largas esperas en los servicios hospitalarios de la sanidad pública asturiana.
El programa que proyecta el Sespa implica una extensión paulatina a todo el territorio regional de un plan piloto de las denominadas "consultas colaborativas" que enlaza la atención primaria con la hospitalaria. Este protocolo de prueba vincula, por una parte, al servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y a algunos centros de salud de Oviedo; por otra, al servicio de Cirugía Vascular del Hospital de Jove (Gijón) y al centro de salud de La Calzada.
"La idea es extender este modelo de forma progresiva a toda Asturias", anticipó José Ramón Riera, quien agregó que este objetivo irá acompañado de las facilidades que ofrece la consulta electrónica generalizada. Esto significa que en la historia clínica electrónica de cada paciente habrá una pestaña que indique "consulta electrónica", a través de la cual el médico de primaria podrá comunicarse con el especialista, exponerle el caso y "tener una respuesta en un máximo de siete días".
El programa expuesto por el gerente del Sespa se enmarca en una de las batallas sin fin en las que está embarcado el sistema sanitario público: una mejor coordinación entre los dos grandes niveles asistenciales. Todo el mundo da por sentado que optimizar la armonización del trabajo que se realiza en los centros de salud y en los hospitales aumentaría en gran medida la eficiencia del conjunto de la red sanitaria.
Ayer mismo, la red de atención primaria de Asturias recibió una de las Medallas de Plata del Principado. El Sespa enfatiza que los reconocimientos protocolarios deben ir acompañados de medidas de gestión concretas. "La atención primaria necesita sentirse el centro de la atención sanitaria con una mejor coordinación con el resto de la red asistencial. De cada tres pacientes que van a primaria, uno es derivado a atención hospitalaria", señala José Ramón Riera. El gerente del Sespa reconoce que en esos procesos de derivación "tenemos un problema de fragmentación de la atención sanitaria, puesto que esa derivación conlleva después realización de pruebas complementarias, etcétera".
En el momento actual, el especialista recibe al paciente sin contar con ninguna información previa de su problema de salud. Con la aplicación del mecanismo explicado en estas líneas, cuando el especialista vea al paciente ya conocerá su problema y ya tendrá en su mano las pruebas que necesita para realizar un diagnóstico y un pronóstico acertados. "Esto supone un aumento de accesibilidad de la atención hospitalaria . Los resultados que han obtenido en otros lugares son muy buenos", destaca el gerente del Sespa.
