- Un informe de los Consejos Sociales aconseja un cambio de estatus del personal universitario de funcionario a laboral, con fusiones de centros y una mayor injerencia externa en los gobiernos. ¿Qué opina de ello?

-Las fusiones están bien pero solo se hacen con dinero; el ejemplo francés es claro, donde las universidades se reconfiguraron pero tiene que haber un proyecto potente y unos fondos con lo cual puramente fusionar dos universidades como Asturias y Cantabria o Asturias y León no resolvería ningún problema. Tenemos que colaborar entre las universidades vecinas en el sentido de optimizar recursos, compartir titulaciones, tener movilidad? Un intento de esto es la red CRUSOE donde las universidades del sudoeste de Europa, España y Portugal, hacen red para captar fondos europeos y tener movilidad de estudiantes y profesores y lanzar proyectos propios.

- ¿Apoya la posibilidad de introducir agentes externos en los gobiernos universitarios?

-Son bienvenidos pero las universidades lo que necesitamos es tener recursos. Muchas veces se reclama la autonomía de las universidades, que es verdad que necesitamos más autonomía y que los rectores podamos tomar más decisiones pero esa autonomía debe venir acompañada de recursos. Si no hay recursos no hay autonomía. Creo que tenemos muchos ejemplos en los centros tecnológicos y otros casos de fracaso total de instituciones gobernadas desde el Principado.

- ¿Qué me dice del cambio de estatus del personal?

-Ahora mismo tenemos unas posibilidades de llegar a un equilibrio, incluso por ley, entre personal contratado y funcionario que nos hace una institución bastante ágil. El problema que tuvimos y seguimos padeciendo con menor intensidad es la tasa de reposición. La mayoría de las universidades estamos con un 50% o poco menos de personal contratado fijo que son los contratados doctores y las distintas figuras de profesorado, por tanto, tener una base funcionarial no es tan malo. Lo que está quizá haciendo que demos una muy mala imagen es cómo llevamos a cabo la selección. El sistema funcionarial es piramidal. Ahí es muy difícil romper y captar jóvenes porque todavía no tienes el poder de discriminación. Lo bueno sería captar gente a los treinta y pico años pero el sistema solo te lo permite con los contratados doctores.