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RAFA KAS | Músico

"Nadie toca mejor que cuando está sereno, debo controlar el alcohol"

"'Tratamiento Anticaspa' llegó a Madrid en un Seiscientos en el que cabían el grupo y el equipo, y en la segunda canción ganamos al público"

El guitarrista Rafa Kas, en el Savoy de Gijón. JUAN PLAZA

Rafael Rodríguez García (Gijón, 1966), Rafa Kas, ha sido bajo y guitarra de "Tratamiento Anticaspa", "Kashmire", "Güextia", "Esquil y los Mures", "Ilegales", "Desperados", "Toreros Muertos", "La Unión", "Alphaville", "Electric Playboys", "Fe de Ratas" y "O'funk'illo". Estudió en los jesuitas de Gijón, descubrió a "The Beatles" con 10 años, a los 14 su abuela le regaló una guitarra, a los 16 le fascinó el punk. Vive en Cimadevilla, soltero, con un gato que se llama "Gato".

-¿Por qué Rafa Kas?

-Por las taquicardias no tomaba nada estimulante y bebía Kas de manzana. Cuando la Fonográfica Asturiana iba a grabar el disco de "Tratamiento Anticaspa", Fredo, batería y bajista, vio que todos nos apellidábamos Rodríguez, Fernández, García. Él se sacó Ron del cuarto apellido, a Inocencio, que bebía vino de tetrabrik, le puso Chencho Mol, de molécula gramo. Al niño le tocó ser Rafa Kas.

- ¿Qué estudió?

-No acabé Filología Inglesa en Oviedo. Estaba cómodo en la cafetería con mi guitarra y jugando al mentiroso y al mus. En febrero de 1986 firmamos con la Fonográfica y pensé: "Esto es lo que quiero hacer".

- ¿Cómo lo hizo?

-Empezamos a codearnos con "La Raza del Ático", "Modas Clandestinas", "Yola", "Fuera de Serie", "Esquil y los Mures" y "Los Locos". Éramos los pequeños.

- Llegaron a Madrid.

-En un Seiscientos en el que cabían el grupo y el equipo, después de un bolo en Segovia. Acabamos en El Templo del Gato, donde encontré a Taladriz, otro músico, y me presentó al dueño, Arturo, asturiano, y a su socio y pareja, un uruguayo. Nos dieron una fecha.

- ¿Qué tal les fue?

-Llegamos tarde, pero a partir de la segunda canción, los ganamos y quedamos dos días más. El tercer día explica por qué no "triunfé" en el show bussiness.

- Cuente.

-Paco Trinidad, ex de "Ejecutivos Agresivos", me ofreció un disco en una multinacional, pero sin contar con la banda. Le dije: "Vale, pero a partir de ahora igual no cuentas tampoco con tus intestinos porque estoy a punto de sacártelos de una patada, gilipollas". Me gusta mucho ese momento fanfarrón mío. Soy de banda, tengo cierto liderato pero me gusta delegar.

- "Tratamiento Anticaspa" se acabó en 1988.

-Fredo perdió la fe en sí mismo. Es camionero, acaba de tener un hijo y no ha vuelto a tocar la batería. Luisfer se fue a Ensidesa.

- ¿Cómo entró en "Ilegales"?

-Estaba con "Esquil y los Mures" y su brillante repertorio de José Campa cuando recibí una llamada de Jorge Martínez. Quedamos y me ofreció ser bajo: "Rafilla, éste es tu momento. Tienes una semana para ensayar un bolo en Fraga". Era 1989.

- ¿Qué tal ese bolo?

-Un desastre. Fue mi primer bolo profesional, había miles de personas, un "ampli" empezó a echar humo, retiramos y Jorge empezó a cagarse en todo con una violencia desmesurada. Segunda salida, igual. En la tercera salida iba hecho un flan, lo hice mal y acepté su bronca. Luego todo encarriló. Jorge tiene una exigencia férrea y somete a mucha presión. "Ilegales" es muy duro y había muchas drogas.

- ¿Jorge es difícil?

-Tuvimos roces, pero soy algo de él, fijo. Hay que aprender a leerlo. Una vez tocamos en Fuerteventura para la legión y empezó a decir que su banda funcionaba como la legión y al que no le gustaba se iba a la puta calle. Se me hincharon los cojones y le dije: "Jorge, mides 1,88 y yo 1,70 mal contado, pero te voy a dar una hostia que vas a caer de frente. Y me piro". Algo le hizo sentirse incómodo y salió detrás de mí: "Rafilla, yo no hago las filas para que se queden en la barra". Me entró la risa y entramos.

- Dos años en "Ilegales".

-Jorge paró la banda y me fui con "Desperados" de guitarrista rítmico, a Madrid. Me sentí incómodo con Fernando Martín y yo consumía mucha cocaína. En una sesión de 93 fotos sólo valió una en la que no tenía la mandíbula mirando a la oreja. Mi historia con las drogas fue corta pero abusiva. Tengo un comportamiento altamente adictivo para todo. Probé la farlopa en 1987 y del dinero que gané el primer año en "Ilegales" gasté un millón de pesetas en coca. Dejé de comprar pero me invitaban y consumía más.

-Dejó las drogas a los 25.

-En noviembre de 1991, el día en que murió Freddie Mercury, al que estaba pinchando en el Club Ya'sta de Madrid. Me reventó la nariz y regué de sangre los platos. Camino a casa recapacité, la coca me sentaba como el culo y decidí dejarla de un día para otro.

- ¿Es "doping" de músicos?

-Funciona para aguantar viajes en gira, pero nadie toca mejor que cuando está sereno. Cambié la coca por el alcohol, pero no quiero volver a un escenario mamao.

- ¿Tiene lagunas?

-Agujeros negros. Me gusta el alcohol, pero no lo busco y sé que tengo que mantenerme bajo control. Aguanto mucho. Andreas, voz de "O'funk'illo", me contó que me vio en la habitación del hotel ruso en pie con un chupito de vodka y tres rusos muertos del pedo. En la seguridad del aeropuerto me comí las dos puertas de cristal del control.

- Vida sentimental.

-He tenido nueve relaciones, la mayoría satisfactorias. La cuarta salió mal y es mi gran pecado inconfesable, siete años con una tía superinteligente y capaz, pero el sexto entré en crisis.

- ¿Qué pasó?

-Pensé que se me acababa el arroz y resulta que tengo para todas las falleras de Valencia. Sentía que follaba a punta de pistola. Una noche, leyendo en la cama, ella "Bomarzo", de Mujica Láinez, y yo "Las memorias de un amante sarnoso", me empecé a descojonar cuando Groucho Marx cuenta el fin de una relación como "ir a la feria y disparar a la máquina de los patitos cuando está parada". Fui una puta mierda. El que falla soy yo.

- Siga su balance.

-La sexta fue con una muy joven porque me zampé la crisis de los 40 como un gilipollas. La novena, superpasional, acabó fatal. Ahora no sé dónde estoy. Soy enamoradizo. Tengo una sola vida y no me gustaría perder algo gordo que noto cuando me enamoro. Hace años que no miento en una relación.

- "Toreros Muertos".

-No los entendí hasta el concierto de despedida. Javier López de Guereña me explicó que su vínculo era Frank Zappa. Comprendí su dadaísmo y soy zappatista.

- "La Unión".

-Colaboré con Rafa Hernández en el arreglo de una canción para su ópera rock. El 28 de diciembre, de doblete, oí un mensaje en el contestador para que fuera a una reunión con "La Unión" en la oficina de Rosa Lagarrigue. Fueron dos años de giras internacionales. Estaba muy sano, de gimnasio y buen desayuno.

- ¿Por qué salió?

-En un concierto en Las Ventas, en gira con los majísimos "Maná", Mario me dijo "me siento fatal. Haz todos los solos porque no me tengo". El concierto pareció que era de Rafa Kas y 'La Unión'". A Rosa Lagarrigue no le pareció bien. De ella aprendí mucho de este negocio, también la parte que no me gusta.

- Volvió a Oviedo.

-En 1999 Rubén Moll me llamó para los talleres de Pedro Bastarrica y vine. Madrid decaía, yo tenía una relación estable aquí y tocaba con "Fe de Ratas".

- "O'funk'illo".

-Son mi banda fetiche, con mejor repertorio, los más divertidos y un desafío musical constante. Los Bao son mi familia y Pepe, bajista, el mejor solista.

- ¿Qué tal siente que le ha tratado la vida hasta ahora?

-Me siento bastante afortunado, con errores y vivencias acumuladas y aceptación del demonio interior. Me echo en cara algún momento de esa cuarta relación. Acepto mis debilidades, trato de no juzgarme con dureza excesiva pero sin ser condescendiente. Me gusto poco, hago cosas bastante feas, no soy un ejemplo para mí mismo, salvo en la capacidad de salir adelante.

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