En ocasiones los problemas pueden convertirse en oportunidades para crecer y ser mejores. Al menos así lo plantean desde el Rectorado de la Universidad de Oviedo. Si ayer domingo, el máximo responsable de la institución, el rector Santiago García Granda, reconocía en las páginas de este diario que carecían de recursos para contratar a los mejores investigadores, y vistas las escasas soluciones que presenta la merma de recursos, a corto plazo, en la institución académica ya han comenzado a pensar en alternativas. Sería aprovechar la figura del investigador distinguido, un tipo de contrato contemplado en la ley de Ciencia, dirigido tanto a españoles como extranjeros de reconocido prestigio en el ámbito científico y técnico que se encuentren en posesión del titulo de doctor y, además, cuenten con un proyecto destacado.

El Rector ejemplifica en el físico Pablo Alonso esa alternativa a la falta de recursos para contratar a los mejores. Alonso desembarcó en la Universidad de Oviedo a finales del año pasado con una beca "Starting Grant" del Consejo Europeo de Ciencia (ERC). Llegó con un millón y medio de euros bajo el brazo, destinados a financiar equipamiento -que quedará en propiedad de la Universidad de Oviedo- y nuevos contratos. "A un investigador con una 'Starting Grant' lo contratas y tiene cinco años para entrar o no en el sistema. Si entra, tiene que acreditarse y también puede incorporarse a la docencia", explica García Granda sobre las oportunidades para estabilidad a este tipo investigadores.

Un contrato de investigador incluye la realización de actividades de investigación o la dirección de equipos humanos, centros de investigación, instalaciones y programas científicos y tecnológicos singulares de gran relevancia en el ámbito de conocimiento de que se trate. En el caso de Pablo Alonso su proyecto persigue establecer las herramientas tecnológicas necesarias para controlar la luz en la nanoescala por medio del grafeno.

Un investigador distinguido puede impartir hasta ochenta horas de docencia (8 créditos), lo que permite que, a la vez que desarrollan su proyecto de investigación, pueden adquirir experiencia docente "colaborando con sus capacidades como experto en una determinada área", precisa el rector. Este tipo de contrato puede tener la duración que las partes acuerden e incluye cierta exclusividad con la entidad a la que se adscribe, salvo autorización del empleador.

"La política que nosotros tenemos en aceptar cualquier propuesta de una persona que haya conseguido una ERC o también atraer a los 'Ramón y Cajal' ofreciéndoles unas condiciones de estabilidad a largo plazo", prosigue Santiago García Granda.

-Pero, ¿en qué es atractiva la Universidad de Oviedo para captar a los mejores?

-Tenemos grupos de investigación potentes en varias áreas pero sería bueno también traer algún 'Ramón y Cajal' o algún 'Starting Grant' en Humanidades. En Ciencias Sociales estamos ya un poco más abiertos pero en Humanidades y en Ingeniería hacen falta.

García Granda cita como área punteras en la Universidad de Oviedo Materiales, Química, Física, Informática -a expensas todavía de una mayor consolidación- "y luego está el boom de las Ciencias Sociales, con un nicho muy bueno de captación de investigadores en Economía, Sociología... "Todo eso", continúa el Rector, "mejoraría nuestra presencia en rankings internacionales. Nuestra aspiración sería tener algún investigador entre los 100 o 200 más citados del mundo".