Ernesto Iglesias, el hijo de Riopedre, defendido por el letrado gijonés José Joaquín García, compartió ayer banquillo con su padre, aunque se sentó a cierta distancia de él. Escuchó los hechos probados, que le señalan como partícipe a título lucrativo de los contratos fraudulentos. Su empresa, Geogal, fue contratada por Igrafo, a través de Nora, a cambio de lo cual recibieron compensaciones en forma de contratos por servicios que no se realizaron. El fallo indica que deberá pagar 99.400 euros de la indemnización que se establezca para Víctor Manuel Muñiz, condenado a seis años y medio de prisión y pendiente de un juicio en el Juzgado de lo penal número 3 de Oviedo para dar cuenta del presunto fraude fiscal cometido.