Ciencia, patriotismo y financiación. En el discurso de inicio de la actividad académica en la Universidad de Oviedo todo tiene cabida. Del presidente del Principado, Javier Fernández, se esperaba ayer una confirmación al alza de las aportaciones económicas a la institución académica. No se logró paliar el déficit que la Universidad considera que existe en sus cuentas pero sí lanzó el jefe del Ejecutivo regional una serie de mensajes tanto para el ámbito académico como para el político. Así, señaló que en un momento en que la acción política en las democracias está sometida a la dictadura del corto plazo, solo un "fuerte apoyo científico" puede liberar a los gobiernos del riesgo de "volatilidad" y la "erosión" que supone dirigir procesos complejos. El del conocimiento experto que emana de la Academia presenta, a juicio de Javier Fernández, algunos límites. Las cuestiones financieras, por ejemplo, "son y deben ser territorio privilegiado para los expertos" pero, precisó, "una cosas es recurrir a la ciencia para conservar el medio ambiente, que es imprescindible, y otra bien distinta utilizarla para movilizar la naturaleza contra la política". Así, el Presidente advirtió ante "la proliferación de opiniones, estadísticas y consideraciones técnicas relacionadas con el medio ambiente, que la elección de cuánta naturaleza proteger es una decisión política, no científica". Sí apeló al saber científico para determinar cuál es el sistema de financiación autonómico más adecuado en el marco de un Estado "complejo" como el nuestro. "Todo es necesario", aseveró, "pero debemos tener claro que los problemas que amenazan al estado autonómico no son de índole técnica sino de naturaleza política".

Más de las diferencias de criterio en las cantidades del plan de financiación plurianual a la Universidad, el jefe de Ejecutivo regional quiso dejar claro que sus reglas de juego son las mismas que las de la institución académica y que podrán encontrar en el Gobierno un socio leal en busca de "colaboración mutua y responsabilidad". "Nosotros queremos la mejor Universidad posible", subrayó el Presidente. A su juicio, los 20 millones de la aportación extraordinaria a la Universidad representan "un acuerdo muy importante" tanto por los recursos que confiere como por sentar las bases de la estabilidad futura. "Me interesa y me preocupa", confesó Javier Fernández, "el papel cada vez más determinante de la producción científica en una sociedad que llamamos del conocimiento". Y no perdió tampoco la oportunidad de introducir en su discurso las tensiones que genera la convivencia en una España de "nacionalismos interiores, el más genuino hecho diferencial del federalismo española", indicó.