Los cazadores no irán solos a matar lobos, sino que lo harán bajo vigilancia de los guardas del Medio Natural. Las sociedades cinegéticas empezarán la semana que viene a disparar en las zonas de presencia esporádica de la especie, situadas en el centro de la región y la costa oriental, donde no hay cupo de ejemplares, según trasladó ayer Benigno Fernández Fano a los ganaderos en el primer Comité Consultivo del Lobo que preside como viceconsejero de Medio Ambiente. El anuncio, muy esperado en el campo, no termina de convencer sin embargo a algunos sectores agrarios. El secretario general de la Unión de Campesino Asturianos (UCA), José Ramón García Alba, "Pachón", desconfía de la promesa hecha por la Consejería de cumplir al cien por cien el II Plan de Gestión del Lobo. "Pensábamos que los cazadores iban a poder abatir todos los ejemplares que viesen en una batida de jabalíes y no es así. Tendrán que intervenir el día y en la zona que fije el Principado", asegura.

La consejería de Medio Ambiente ya ha recibido las primeras solicitudes de cazadores para intervenir en el control de la especie. La medida, reconocieron Benigno Fernández Fano y el director general de Biodiversidad, Manuel Calvo, responde a la incapacidad del Principado para atajar el problema con medios propios. "Es la primera vez que la Administración admite que la situación es límite y que no pueden obligar a los guardas que no quieren a controlar el lobo", explica Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias. La ganadera de Grandas de Salime se muestra "satisfecha" con la posición del departamento que lidera Fernando Lastra. "Las batidas tendrán un límite de quince cazadores y se van a hacer de forma altruista, es decir, no nos va a costar dinero", afirma.

Mercedes Cruzado destaca la valentía de la consejería de Medio Ambiente para impulsar una medida "que hasta ahora nadie se había atrevido a poner en marcha, presionados por gente que considera que el lobo es un peluche y no un gran carnívoro que imposibilita la vida en el medio rural". Por su parte, José Ramón García, de UCA, teme que el plan del lobo no se vuelva otra vez a cumplir -es decir, llegar al cupo de 45 ejemplares-. "Llevo muchos años en esto y tengo dudas. Cuando empiezan con disculpas, mal asunto", expresa.

Los ecologistas opinan que la gestión del lobo en Asturias es una "tomadura de pelo, que no atiende ni a criterios científicos ni ambientales", en palabras del portavoz de la Coordinadora Ecologista, Fructuoso Pontigo. Por eso, los grupos conservacionistas rechazaron acudir ayer por segunda vez al Comité Consultivo del Lobo, tras la salida en abril de su único representante, el biólogo Alberto Fernández. En esta línea, el secretario general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Juan Carlos del Olmo, ha remitido una carta a Javier Fernández, en la que le pide que detenga el "exterminio oficial" del lobo en el Principado. En caso contrario, WWF advierte que acudirá a la Comisión Europea y la a Fiscalía de Medio Ambiente, y denunciará la muerte de cualquier lobo a manos de cazadores: "Han cruzado la línea roja".