Desencuentro entre la Universidad de Oviedo y el Gobierno del Principado. El anuncio realizado ayer sobre el plan de financiación plurianual por el presidente del Gobierno asturiano, Javier Fernández, en el acto de apertura del curso universitario no convenció al Rector. Ya antes de que se conocieran públicamente las cifras, Santiago García Granda dejó claro que no le complacían. "Es el mejor acuerdo posible y no tenemos la llave de la caja pero no nos satisface", aseguró. "El trabajo de nuestros científicos no se ve suficientemente compensado por los apoyos institucionales", continuó diciendo el máximo responsable de la institución académica en el discurso más solemne de cuantos pronuncia a lo largo del curso. García Granda fue destripando, uno a uno, los que considera son los problemas más acuciantes de la Universidad. Su Universidad sufre continuos retrasos en las convocatorias de ayudas a investigadores, y denunció en primer lugar que éstas "no fluyen con la debida regularidad". Tampoco las becas predoctorales "Severo Ochoa", que lleva a que "cada final de año naveguemos en un mar de incertidumbre". Hubo una advertencia más a los poderes públicos: "Los mandatarios continúan empeñados en hablar de gasto en investigación y educación cuando en realidad deberían aludir a inversión", enfatizó.

Pese a todo, las tres cifras que puso sobre la mesa el presidente Javier Fernández no conquistaron al Rector. El jefe del Ejecutivo regional anunció "estabilidad" y una garantía de "compromiso" de su Gobierno con la Universidad. El plan hasta 2022 -"fruto de un diálogo serio y responsable entre el Rectorado y los responsables de las consejerías de Hacienda y Educación", según Javier Fernández- y que el Principado da ya por cerrado se estructura en tres partes: el mantenimiento de la aportación ordinaria a la institución académica, que permite financiar sus gastos de funcionamiento; la cofinanciación, hasta un 80% del plan de inversiones en infraestructuras, hasta un total de 10 millones de euros. Por último, existe un apartado de financiación por objetivos, lo que se conoce comúnmente como contrato programa, donde se incorporan otros 10 millones de euros.

Difícil, pensaría el Rector, cumplir así el objetivo de atraer talento para el Principado, una región donde el 2% de su población joven acude a la Universidad de Oviedo. El Rectorado esperaba un contrato programa de al menos seis millones de euros por año y han tenido que conformarse con un acuerdo que rebaja a a un tercio esos objetivos: 2 millones por año. "Por parte de la Universidad hemos procurado dar todos los pasos necesarios para que este acuerdo se pudiera materializar; ello no fue, sin embargo, suficiente para lograr alcanzar un acuerdo en el actual ejercicio", se lamentó García Granda quien puso por delante como prioridades el desarrollo de mejoras en la docencia, en investigación, y en la gestión, aumentando en cantidad y en calidad los resultados actuales, mejorando la producción científica y aumentando la visibilidad y posicionamiento en el ámbito nacional e internacional.

"Los presupuestos destinados a la ciencia y la educación tienen una amplia rentabilidad", remarcó el responsable académico antes de anunciar que hoy mismo estará a disposición de la comunidad universitaria el plan estratégico que la institución ha diseñado hasta 2022 y que funcionará de forma paralela al plan de financiación plurianual anunciado por el Presidente del gobierno asturiano. Esa aportación Principado, "algo inferior a los 20 millones de euros", según García Granda, permitirá "un mejor año" a la Universidad de Oviedo en lo que se refiere a la disposición de recursos económicos. La única esperanza, precisó García Granda, es que en la revisión que se realizará a los dos años se pueda tender al alza en las condiciones económica. Y eso, apuntó el Rector, incluye el programa de infraestructuras "que tenemos mucha necesidad de él para mantener nuestros edificios y para nuevas infraestructuras de laboratorio y nuevas zonas de trabajo que se exigen en las metodologías docentes". Pero, ¿convence el acuerdo? "Hicimos lo posible para que nuestros argumentos se entendieran", dijo Granda, "pero, al final la decisión es del Principado", sentenció. Los contactos establecidos durante los últimos meses, "de forma habitual y continua", con el Ejecutivo regional, han desembocado finalmente en un acuerdo "modesto", a ojos de la Universidad.

Del otro lado, el presidente del Gobierno autonómico defendió su apuesta por impulsar la actividad académica en Asturias, "perfectamente contrastable", tras sumar cinco años continuados de congelación de precios públicos además de la mejora de la oferta de transporte con los campus de Mieres y Gijón así como las medidas para favorecer la estabilización del personal. "Con todos los fallos que se puedan cometer en la gestión ordinaria, el compromiso del Gobierno de Asturias con la Universidad de Oviedo está fuera de discusión", subrayó Javier Fernández.

"Hemos de pensar que nada hay imposible si hay amplitud de miras, optimismo y perseverancia y que nuestro trabajo y que nuestro esfuerzo contribuyen a construir un mundo más justo y cabal", concluyó el Rector, ya en tono más optimista. Así, una de las novedades para el próximo curso será la incorporación de la modalidad de presupuestos participativos, de manera que la comunidad universitaria podrá decidir sobre el destino de una parte del presupuesto. Se trata de aportar ideas sobre una partida de 60.000 euros en las cuentas de 2018. "Seguro que las ideas valen más que el montante que vamos a aportar", augura García Granda.