Setenta familias asturianas están en tratamiento ludopático por la adicción al juego de alguno de sus miembros, bajo el paraguas de Ludópatas Asociados en Rehabilitación del Principado (Larpa), que actualmente atiende a 168 personas, entre enfermos y sus familiares, pues estos últimos "necesitan a veces mayor ayuda psicológica que los propios ludópatas", señaló el presidente de Larpa, Máximo Gutiérrez.

Desde 2012, más de 400 personas han recibido tratamiento por adicción al juego en Asturias, lo que equivale a unas 216 familias. Unas cifras "en aumento", según Gutiérrez, razón por la que advirtió ayer de que "debe aplicarse ya el plan de prevención, que lleva veinte meses de retraso con respecto al tiempo previsto tras aprobarse la ley del Juego".

El consejero de Presidencia Guillermo Martínez mantuvo ayer una reunión con Larpa, en la que se comprometió a tener listo dicho plan "en cuestión no de meses, sino de semanas".