Los equipos de Adrián Barbón y José María Pérez acordaron ayer "recomendar" a las agrupaciones municipales que acuerden un reparto proporcional al resultado local de las primarias en la lista de los delegados al próximo congreso regional de los próximos 30 de septiembre y 1 de octubre. No obstante ayer ya saltaron algunas discrepancias. La más relevante, en San Martín del Rey Aurelio, donde la dirección local optó por plantear listas abiertas de modo que se presenten para ser delegados los afiliados que así lo quieran. Serán nombrados los que obtengan mayoría. En esa agrupación, la candidatura de Barbón fue la más votada, por lo que el equipo de Pérez teme quedarse allí sin representación para el cónclave autonómico.

También en Oviedo surgieron discrepancias. La ejecutiva local, afín a Barbón, optó por quedarse una parte de la delegación y repartir el resto de puestos entre las dos corrientes. "Ese acuerdo ya estaba tomado antes de las primarias", recalcaron fuentes del equipo de Barbón.

No obstante, las mismas fuentes indicaron que el acuerdo adoptado para consensuar los delegados "es una recomendación y es lo más razonable", aunque "hay agrupaciones con casuísticas muy complejas". El acuerdo es análogo al que se tomó tras las primarias que se disputaron Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López. También entonces se produjeron incumplimientos en algunas agrupaciones. Las asambleas locales se celebrarán hasta el próximo jueves.

La aparente paz antes del congreso regional también tiene sus fisuras. Uno de los frentes se vio ayer en la reunión que mantuvo la Agrupación Municipal Socialista de Oviedo (AMSO), que adelantó su asamblea por el calendario festivo de San Mateo.

Los informes de gestión de la ejecutiva de Javier Fernández, del comité autonómico y de la comisión de ética y garantías recibieron el rechazo de la mayoría de los asistentes, aunque la participación se limitó a poco más de medio centenar de afiliados en una agrupación con casi 800 militantes.

Lo cierto es que en sectores sanchistas ha sorprendido que el informe de gestión de la anterior ejecutiva que lideró Javier Fernández obvie cualquier referencia a la posición política que adoptó la FSA en la crisis que se desató hace un año por el liderazgo de Pedro Sánchez y por la abstención que permitió gobernar a Mariano Rajoy. Tampoco refiere que el hasta ahora secretario general asumió la presidencia de la gestora del PSOE tras la dimisión de Sánchez.

En la misma asamblea la corriente Socialistes pola Oficialidá logró el respaldo de los asistentes para presentar en el congreso regional una enmienda para que el partido asuma la bandera de la oficialidad del asturiano y propicie una reforma del Estatuto.

Otro elemento determinantes en el congreso regional será la composición de la futura ejecutiva. Barbón fue claro en su campaña: no habrá un reparto de sillas en función de los resultados, por lo que los partidarios de Pérez temen quedar excluidos de la decisión sobre la composición del futuro órgano de dirección del partido.