La imagen de la Virgen de las Nieves ha vuelto a desaparecer, por cuarta vez, de la cima del Picu Urriellu. Todo indica que no ha sido un accidente, sino, una vez más, "la intolerancia" y "la intransigencia", según resaltó ayer el presidente de la Federación Asturiana de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo, Juan Rionda. La talla había sido repuesta en el año 2014, después de su última desaparición, cuatro años antes. El malestar entre los montañeros y los guías asturianos es patente: muchos de ellos, al margen de creencias religiosas, consideran a la Virgen de la Nieves, patrona de Bulnes, un símbolo, una parte de la historia del montañismo.

Fue el guía de montaña leonés Mario Blanco Pascual, el domingo, el primero que se percató de la desaparición de la imagen. Hizo cima a las tres y media de la tarde con dos clientes. Eran dos hermanos, chico y chica. Él ya había subido anteriormente al Urriellu, de modo que la escalada era un regalo para su hermana. La ausencia de la imagen de la Virgen de las Nieves, junto a la que las personas que hacen cima suelen tomarse una foto para inmortalizar la aventura, provocó en la montañera una profunda decepción. "Una pena", añadió el guía.

Mario Blanco no sabía cuándo había desaparecido la imagen, pues sí estaba un par de semanas antes, en su última visita. Sacó varias fotografías del pedestal de la imagen, lo único que permanecía en la cima, algunas de ellas con su casco, y las subió a su perfil de una conocida red social junto a un mensaje, en el que criticaba al "desalmado, por no decir otra cosa", que "decidió que ese no era su sitio". Y lanzó un mensaje al autor o autores: "Para ir al monte a hacer el mal, mejor que os quedéis en casa y os lo hacéis a vosotros mismos".

Cuando avisó de la desaparición en el refugio de la Vega de Urriellu empezaron las cábalas para intentar averiguar quién cometió la fechoría. El jueves la Virgen estaba en la cumbre, pues otro montañero había culminado la ascensión y se había sacado fotos con ella. El viernes y el sábado nadie hizo cima, porque el mal tiempo alejó a los escaladores del Urriellu. La conclusión era clara: alguien hizo desaparecer la imagen el jueves por la tarde o el domingo por la mañana.

El guía leonés mostraba ayer su "indignación" por el ataque a un "símbolo" que va "más allá de creencias", a una imagen que "no molesta a nadie". Sacarse una foto junto a la Virgen de Urriellu es "algo típico, clásico, algo que gusta a todo el mundo", añadió Mario Blanco, quien resaltó que no entiende a los autores de la agresión. Tampoco la entiende Juan Rionda, quien resaltó que hace unos años tiraron la imagen de la patrona de Bulnes desde lo alto del Urriellu. No obstante, una de las veces que desapareció la Virgen fue como consecuencia de un accidente: "Un señor mayor de Cabrales, emocionado, cogió la imagen y se le escurrió, lo que provocó que se rompiera", señaló Rionda, quien destacó que los auténticos "dueños" del Picu y de la imagen son "los vecinos de Bulnes".

La imagen de la Virgen de las Nieves preside el Urriellu desde el 5 de agosto de 1954, cuando varios integrantes del Grupo de Montaña Tajahierro, de Santander, la subieron con motivo del cincuentenario de la primera escalada al Picu, protagonizada por Pedro Pidal y Gregorio Pérez, "El Cainejo". Aquella primera talla fue destruida hace casi 30 años y sustituida por la que desapareció en junio de 2010. Volvió a colocarse otra imagen el 8 de septiembre de ese mismo año, con la ayuda de un helicóptero, por parte de varios miembros de la Federación, con la colaboración de la Guardia Civil de Montaña. La talla, de 24 kilos de peso, quedó sujeta a la cumbre con parabolts y sica (resina utilizada en escalada), pero sólo duró siete días. Volvió a colocarse otra imagen de la Virgen en 2014. Es la que ahora ha desaparecido.