La fiesta del ascenso del Oviedo a Segunda el 31 de mayo de 2015 terminó a golpes en un bar de la calle Rosal. Una joven y su amigo recibieron una brutal paliza a manos de un grupo de jóvenes. Él se llevó la peor parte y tuvo que estar hospitalizado varios días. Aún le quedan secuelas. A ella también la golpearon, tras lanzarle insultos aludiendo a su condición sexual.

"Empezaron a llamarme ´lesbiana de mierda´, ´tortillera´, ´bollera´. Luego me arrastraron al exterior del bar. Uno me agarró por el cuello fuertemente, no me podía mover y vi su cara de satisfacción mientras me tenía agarrada.Luego comenzaron a darme patadas en la cara y por todas partes", aseguró una de las víctimas.

La mujer pudo presentar la denuncia buscando a sus agresores por Facebook. La acusación particular mantuvo su petición de tres años y medio de prisión para los tres presuntos agresores materiales de la pareja