El nuevo secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Adrián Barbón, perfila el organigrama de una ejecutiva "sin vetos" que tendrá una treintena de miembros pero, a diferencia del PSOE federal, no contará con vicesecretaría general. Mientras el secretario general electo da vuelta a los perfiles de los que quiere rodearse en este cambio de ciclo de la FSA, el portavoz en la Junta General, Marcelino Marcos Líndez garantizó ayer "la lealtad" del Grupo Parlamentario "a la dirección del partido, al Gobierno y a las resoluciones congresuales", tratando así de zanjar las dudas sobre el engarce entre la nueva dirección regional, que saldrá del congreso de este fin de semana, y los diputados autonómicos socialistas, después de que éstos se alinearan en las federales del pasado mes de mayo con la candidatura de Susana Díaz mientras que Adrián Barbón lo hizo con Pedro Sánchez.

Marcos Líndez eludió precisar si ya había mantenido algún contacto con el nuevo secretario general desde su victoria en las primarias de hace dos semanas, con el argumento de que era un cuestión de índole "interna" en la que no quería entrar. Marcos Líndez estuvo en el equipo de campaña del contrincante de Adrián Barbón, el portavoz del PSOE en el ayuntamiento de Gijón, José María Pérez y también desempeño un papel destacado entre la delegación "javierista" en el congreso federal.

Desde el equipo de Adrián Barbón se sostiene que "no habrá vetos" para la formación de una ejecutiva en la que el secretario general dará prioridad a los perfiles sobre los nombres. La nueva ejecutiva autonómica tendrá un número similar de integrantes a la última de Javier Fernández, en torno a 35 miembros y, a diferencia del nuevo organigrama de Ferraz no contará con una vicesecretaría general. Es decir, el "número dos" volverá a recaer en el secretario de organización, un puesto para el que suena con insistencia Gimena Llamedo. En principio, el nuevo organigrama contará con doce secretarías de área (ver gráfico anexo) que a su vez repartirán sus competencias en secretarías ejecutivas. Los miembros de la ejecutiva de Barbón no podrán ser secretarios generales de su agrupación para evitar la acumulación de cargos.