El plenario del congreso de la Federación Socialista Asturiana (FSA) aprobó esta tarde por abrumadora mayoría el nombramiento de Pablo García como presidente de honor del partido. La propuesta contaba ya con el respaldo de una recogida de firmas en una gran parte de las agrupaciones socialistas asturianas y con el apoyo del secretario general electo, Adrián Barbón. Pablo García ocupa actualmente el cargo de presidente del PSOE asturiano. La iniciativa planteaba el nombramiento "por su ejemplar trayectoria política" y recoge que el cargo tenga carácter vitalicio, decisión que no podrá ser revocada más que en otro congreso de la FSA. El cargo daría derecho a García, exalcalde de Laviana y exsenador, a "ocupar el principal sitial de honor en todos los actos del partido, así como asistir a cuantas reuniones de la FSA-PSOE se organicen, incluidos los órganos ejecutivos y de control de la Federación, junto con la Comisión Ejecutiva Autonómica".

Mientras tanto, los 350 delegados del cónclave siguen debatiendo, distribuidos en cuatro comisiones, las enmiendas presentadas al texto de la ponencia marco del congreso. Ha concluido el trabajo de dos, sigue el de otras dos y los dictámenes que salgan de ellas serán objeto de votación en el plenario bien esta misma tarde o, más probablemente, mañana, en la jornada de clausura del trigésimo segundo congreso de los socialistas asturianos. Entre las enmiendas a debate figura una que sugiere abrazar la oficialidad del asturiano cuando se aborde un proceso de reforma del Estatuto de Autonomía y que se ha enfrentado hasta ahora a la petición presentada por las agrupaciones de Gijón y Peñamellera Baja para que el asunto sea sometido a una consulta entre la militancia. También se debate otra propuesta de reforma de la ponencia marco, una más, dirigida a incluir una opción a favor de la plurinacionalidad del Estado, que la redacción inicial no incluye y que el nuevo PSOE de Pedro Sánchez asume desde la victoria de éste en las primarias federales.