Los 15 agentes de la Unidad de Prevención y Reacción del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Natahoyo de Gijón que esta mañana fueron expulsados del hotel en el que se alojaban en Pineda de Mar se encuentran ya en Monzón, una localidad de la provincia de Huesca y cercana a Cataluña en donde los funcionarios "seguirán cumpliendo" con su labor: la de preservar el orden en Cataluña tras el referéndum ilegal del pasado domingo y el probable anuncio de independencia del próximo lunes.

Los agentes tuvieron que abandonar el establecimiento en el que se encontraban tras recibir esta carta en la que se explicaban las razones de su desalojo, al que obligaron desde el Ayuntamiento. Los aseguran que se van "con la cabeza alta" y sin lamentar heridos en su unidad.

A su salida del hotel de Pineda los agentes gijoneses fueron abrazados por dos mossos que se acercaron a despedirlos. Todo un gesto que ha sido muy comentado sobre todo teniendo en cuenta las tensiones vividas entre los dos cuerpos estos días. Aquí lo puedes ver.

Mossos y Policias se abrazan en Pineda ante la marcha de estos últimos

Mossos y Policias se abrazan en Pineda ante la marcha de estos últimos

Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando uno de los mossos le entregó el escudo que llevaba en el hombro a uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Después ese mismo funcionario catalán se fundió en un abrazo con el subinspector gijonés Iván Fernández, un funcionario que durante la última fiesta de los Ángeles Custodios de la Policía Nacional de Gijón por salvarle la vida a un chico que estaba a punto de ahogarse en la playa de El Arbeyal.

A lo largo de los últimos días numerosos ciudadanos han contestado con multitud de gestos al acoso que sufren los agentes destinados en Cataluña. A las comisarías de toda Asturias han llegado flores, bombones y regalos para los funcionarios.

Los sindicatos policiales lamentan, eso sí, que los agentes tuvieran que buscarse la vida "ellos mismos". El Ministerio del Interior les dio a los funcionarios un listado de agentes y ellos mismos tuvieron que llamar a los hoteles y concertar las habitaciones. Ya hace unos días los representantes de los trabajadores se habían quejado de que los mandos les habían dejado "a los pies de los caballos" en Cataluña.