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Los cosecheros temen no poder vender la manzana por exceso de fruta en Asturias

Los llagareros,"desbordados" antes de que comience la recogida de otra "cosechona histórica", porque aún tienen sidra en las bodegas

Recogida de manzana. M. M.

El sector de la sidra se expande sin límite. Los cosecheros de manzana están preocupados porque temen no encontrar a quién vender la fruta y verse con ella en las pumaradas. Los llagareros tampoco saben qué van a hacer con toda la materia prima que les ofrecen. La situación se presenta complicada. No ha empezado aún la temporada y los ánimos están tensos, sin entrar siquiera en el precio. Hace dos años el kilo rondó los 0,25 euros.

El principal problema está en que este año, impar y, por tanto, de cosecha abundante por la vecería o alternancia en la producción de las pomaradas, los árboles están dando mucha más fruta de la prevista. La de 2015 ya fue una gran "cosechona" histórica, que abarrotó los llagares de manzana, y la de este año se presenta por el estilo.

Influye, además, que se plantaron nuevas pumaradas en concejos con menor tradición que, por ejemplo, Villaviciosa. En tiempos de crisis viene muy bien aprovechar la ayuda económica que aportan los pumares, muchos heredados de padres y abuelos. Así que son más las familias que se animan a "apañar" la fruta que antes dejaban, pero son también los que tienen más dificultades para venderla porque los llagareros priman a sus proveedores habituales. Además, hace unos años Asturias vendía manzana al País Vasco y ahora se autoabastecen.

Muchos miran con recelo la importación de fruta, principalmente, de Francia, Checoslovaquia y Galicia, más barata. Pero los llagareros insisten en que las cantidades han disminuido y que tienen que mantenerlas por los compromisos adquiridos con estos proveedores, a quienes tienen que recurrir, sobre todo, cuando escasea aquí.

Pero la cuestión no está sólo en esta abundancia de fruto. En los llagares todavía hay demasiada sidra sin vender. Los productores mayaron más de lo que tenían previsto hace dos años para que no quedara manzana en las pomaradas y el año pasado también elaboraron algo. Un aumento de la producción que se sumó al descenso de la venta de sidra, aunque haya más bebedores jóvenes y mujeres, pero influyó el cambio que se produjo en los hábitos de consumo de bebidas alcohólicas, ligado a los controles de alcoholemia y mayor cuidado de la salud.

"Espero que no quede manzana sin recoger porque tampoco es bueno para los lagareros", apunta Juan Roza, de Sidra Roza (Nava). "Que estén tranquilos, aunque hay mucha manzana, que todavía no empezó la temporada, y los llagares harán lo que puedan para que no quede manzana", recomienda a los cosecheros, a quienes también pide paciencia porque al apurarse para colocar la fruta a veces supone que la quiten verde del árbol.

"Hay mucha manzana. Nosotros se la cogeremos a nuestros "clientes" habituales porque tenemos la capacidad que tenemos", apunta la gerente de Sidra Mayador, Consuelo Busto. Pero a sus proveedores les han marcado un límite de kilos porque "nos vemos desbordados".

"Tendremos unos 28.000 kilos y estamos mirando a ver qué hacemos con ello", lamenta una cosechera de Miravalles (Villaviciosa), que aún no ha encontrado comprador. Otra productora maliayesa, que también busca colocar sus 30.000 kilos, se hace eco de esta inquietud que tiene revolucionados a los cosecheros. "Nadie quiere dejar la manzana en la pumarada", concluye, y más, apañada.

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