El tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo ha ordenado el cierre durante dos años del Model's, al que califica como "el club de alterne más famoso de Asturias", según consta en la sentencia notificada ayer. El dueño del establecimiento y el encargado en el año 2015, cuando se produjo la denuncia, han sido condenados a dos años y seis meses de prisión cada uno por sendos delitos contra los derechos de los trabajadores. También tendrán que abonar a la Seguridad Social una indemnización de 1.037 euros más los intereses legales, y otros 3.650 euros de multa cada uno.

"Del conjunto probatorio se desprende, sin ningún género de duda, que el tan mentado Club Model's no es una sala de fiestas al uso, como así sostienen los acusados, quienes en un vano intento articulan su postura defensiva en tales términos", afirma el fallo judicial. El hecho enjuiciado nace en una investigación de la Inspección de Trabajo y la Policía Judicial de la Guardia Civil el 5 de noviembre de 2015, en el que se constato que en el Model's estaban trabajando como camareras de alterne 38 mujeres que no estaban dadas de alta en la Seguridad Social. Cuatro de ellas carecían además de permiso de residencia en España.

Durante el juicio tanto el propietario del local como el gerente insistieron en que el negocio era una sala de fiestas, y sus abogados solicitaran la libre absolución de sus representados.

Sin embargo, en el juicio fue ron fundamentales las declaraciones de los guardias civiles e inspectores de trabajo que participaron en la inspección, y de un camarero que relató la actividad que se realizaba en el local.

Según la sentencia, las pruebas no dejan lugar a duda. Una de ellas es que las propias chicas admiten que estaban allí ejerciendo la prostitución. Otra que se resalta es que la ubicación del Model's, a 10 kilómetros de Oviedo, ocupa un emplazamiento "que no suele ser el habitual de las salas de fiesta, digamos normales", sino que responde a uno "propio de locales en el que se desarrollan actividades de alterne, en sitios más o menos recónditos que faciliten la clandestinidad de los potenciales clientes".

El horario de apertura y cierre de 10 de la mañana a 4.30 o 5.30 de la mañana, no es el habitual de una sala de fiestas; los "precios desorbitados de las consumiciones"; de las 38 chicas que no estaban dadas de alta en la Seguridad Social, todas salvo una eran extranjeras "como si dicho local gozara de prestigio más allá de nuestras fronteras".

Además, "la vestimenta de las supuestas clientas era claramente sugestiva y provocadora"; de las 38 chicas, 22 residían en el hotel anejo al local, "y venían desempeñando una actividad de alterne a modo de estimular, con su compañía y la mayor o menor exhibición de sus atributos físicos, el consumo de bebidas por los clientes a cambio de un porcentaje de las consumiciones a las que eran invitadas". Lo hacían voluntariamente, y los dos acusados aportaban la infraestructura.