Avilés registra una de las tasas de criminalidad más bajas de los últimos años (23,5 por mil habitantes, por debajo de la media asturiana) y las estadísticas apuntan a que la tendencia se mantendrá en este ejercicio. "Nos encontramos en los niveles del año pasado (los delitos penales descendieron entonces un 15%). Hemos detectado un aumento de los delitos leves, como los hurtos, lesiones y amenazas, pero los graves, como robos, han disminuido en torno al uno por ciento", explicó ayer el capitán de la Guardia Civil de Avilés, Mariano Revuelta, tras el acto institucional por la festividad del Pilar en el acuartelamiento de Bustiello.

La celebración en honor a la patrona de la Guardia Civil comenzó con una misa en la iglesia de Santa Bárbara de Llaranes, en la que el párroco, José María Murias, tuvo presentes los acontecimientos de Cataluña: "De mi parte y también de la parroquia, nuestro apoyo y solidaridad por vuestra defensa de la ley".

Ya en el acuartelamiento de Bustiello, Revuelta valoró la "entrega, dedicación y profesionalidad de los agentes de esta compañía" y tuvo un cariñoso recuerdo para los agentes destinados estos días en Cataluña. "Algunos están a más de mil kilómetros en un contingente para restablecer la seguridad ciudadana y el orden constitucional, actuando bajo la tutela de jueces y fiscales. Nuestro agradecimiento a todos los que nos han hecho llegar su apoyo en estos momentos históricos", señaló el capitán, que presidió el acto junto a la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín; el regidor de Illas, Alberto Tirador; el juez decano de Avilés, Ricardo Badás; el comisario de la Policía Nacional, José María Esteban; y el jefe de la Policía Local, Rafael Rodríguez. Las condecoraciones fueron para los agentes Manuel López Bajo y Ricardo Velasco, y para los retirados Urbano Maeso y Fernando Fernández Veiga. Velasco estuvo destinado en Cataluña de 1992 a 1997. "Pasé allí cinco años y fue el destino donde más querido me sentí", destacó. El acuartelamiento entregó sendas figuras ecuestres a Alcohólicos Anónimos de Avilés y a José Manuel García Rodríguez, "Roxín". En Bustiello no se sirvió ayer el tradicional vino español que pone el broche al acto institucional en solidaridad con los compañeros que se encuentran en Cataluña.