Un auténtico infierno. El Suroccidente asturiano vivió ayer una ola de incendios que obligó al Principado a echar mano de la Unidad Militar de Emergencias y solicitar del Gobierno central todo el apoyo posible, desde medios aéreos a todas las brigadas de refuerzo que pudiesen desplazarse a Asturias. Entre los fuegos más preocupantes figuraba el de Fondos de Vega (Degaña), que a última hora de ayer había obligado a desalojar a una veintena de vecinos de las localidades de Larón y La Viliella, al otro lado del túnel del Rañadoiro, ya en el municipio de Cangas del Narcea. La carretera AS-15, de Cornellana a Cerredo, permaneció cortada desde la tarde.

Otro de los focos que más inquietaba ayer al Gobierno regional era el iniciado en Seroiro (Ibias) hacia las nueve de la noche de anteayer sábado, que no solo devastó el monte situado encima del pueblo, sino que pasó a otras localidades, como Folgueiras, donde quedó a pocos metros de las casas, Valvaler, Forna y Morentan. Incluso había riesgo para la localidad canguesa de Monasterio del Coto. El fuego dibujó un peligroso arco en torno a la reserva de Muniellos, aunque finalmente las llamas se quedaron a las puertas de este emblemático bosque, según informaron, a pie de incendio, el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, y la alcaldesa Silvia Méndez, sobre las siete de la tarde, justo cuando llegaron los primeros vehículos del despliegue militar.

En ese momento, la situación más preocupante era la de Folgueiras, donde estaban en peligro las viviendas, según Martínez, quien indicó que "la situación sigue siendo complicada, por el fuerte viento; el fuego está muy cerca de las poblaciones".

La intensidad del fuego en Ibias y en Fondos de Vega (Degaña) obligó al Gobierno a elevar a 2 el nivel del plan contra incendios forestales, poco después de las ocho y media de la tarde en el caso del segundo fuego. Las llamas llegaron a provocar desprendimientos de piedras sobre las carreteras.

"Han ardido muchísimas hectáreas", aseguró la alcaldesa de Ibias, preocupada por la situación de los 25 vecinos de Folgueiras, Valvaler y Forna. "El fuego estuvo cerca, hay mucha preocupación", indicó. Ardió sobre todo matorral, aunque también alguna superficie de pino. La alcaldesa aseguró que se han perdido algunas cabezas de ganado, aunque por el momento es imposible saber cuántas.

Juan José Fernández, un vecino de la localidad de Uría, que sufrió dos incendios en la última semana, pudo ver nítidamente cómo se iniciaba el fuego en Seroiro, el sábado sobre las nueve de la noche. "Son fuegos claramente provocados, al inicio de la noche, cuando saben que los helicópteros no pueden volar. Y los inician a pie de carretera. El problema es que se han descontrolado por el viento. Están quemando el paraíso", sentenció.

A las siete y media de la tarde había diecinueve incendios en el Principado, quince activos y cuatro controlados. Aparte del de Seroiro y Fondos de Vega, estaban activos dos en Allande (Corondeño y Forniellas), tres en Cangas del Narcea (La Pachalina, Gillon y Castil de Moure, con un cuarto en el Santuario del Acebo controlado), otro en Tineo (Rellanos), dos en Castropol, otro en Valdés y otro en Candamo. También había incendios activos en los concejos de Amieva, Ribadedeva, Ponga y Candamo. Controlados, había dos en Lena y uno más en Aller.

Guillermo Martínez se mostró esperanzado con que se produzcan hoy precipitaciones que contribuyan a apagar los fuegos. En cualquier caso, para hoy lunes está prohibida cualquier quema en todo el territorio del Principado.

Dos muertos en Galicia

La situación amenazante para la población en Asturias se reproducía ayer en Galicia, donde a última hora permanecían activos diecisiete incendios, algunos de ellos peligrosamente cerca de núcleos habitados. En una situación de enorme riesgo, los incendios se acercaban anoche a viviendas de al menos nueve municipios de Pontevedra, Orense y Lugo y ya se han cobrado dos víctimas mortales en. Los bomberos hallaron dos cadáveres dentro de un vehículo calcinado en una carretera que comunica Chandebrito y Camos, dos parroquias de Nigrán, en Vigo, cercada por las llamas.