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ATANASIO PANDIELLA | Médico e investigador en cáncer, el viernes recibe en Pola de Laviana el premio "Chalaneru del añu"

"Para un investigador, el día del cáncer de mama son todos los días del año"

"Necesitamos cabezas inteligentes y capaces de planificar a medio plazo una reestructuración de la cuenca del Nalón"

Atanasio Pandiella, en un laboratorio del CIC de Salamanca. DICYT

El médico e investigador lavianés Atanasio Pandiella recibirá el próximo viernes el premio "Chalaneru del añu", otorgado por la Sociedad Cultural y Gastronómica La Pegarata, de Laviana. Este colectivo ha querido reconocer la "trayectoria relevante en el campo de la investigación del cáncer de mama" de este científico, actual vicedirector del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de la Universidad de Salamanca.

El doctor Pandiella realizó la licenciatura y el doctorado en Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela. Amplió su formación en el Ospedale San Raffaele de Milán y en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, de Nueva York. Posteriormente, se trasladó al departamento de Fisiología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y desde 1994 está afincado en Salamanca. Su línea de investigación prioritaria se centra en la caracterización funcional de moléculas implicadas en la génesis y progresión de diferentes tumores sólidos humanos, con particular dedicación a los tumores de mama.

El acto de entrega del premio a Atanasio Pandiella se celebrará a las 20.00 horas en el Centro de Innovación y Desarrollo Alto Nalón (CIDAN).

- ¿Con qué estado de ánimo recibe esta distinción que le dan en su pueblo?

-Con gran satisfacción. Es un reconocimiento a la labor de investigación que he realizado en el campo de la oncología.

- ¿Qué recuerdos guarda de Laviana?

-Mi infancia y parte de la adolescencia, hasta los 15 años, transcurrió en Pola de Laviana. Esta época de mi vida la recuerdo con nostalgia, con felicidad y con cierto grado de tristeza, porque tuve que irme de Asturias en el año 1975 tras el fallecimiento de mis padres. Fue un hecho traumático que marcó el desarrollo de mi vida personal y profesional.

- ¿Cuáles son sus vínculos actuales con su tierra?

-Continúo manteniendo buena parte de mi familia, hermanos, sobrinos y primos en Asturias, principalmente en Pola de Laviana y en Oviedo. Además, sigo a todos aquellos amigos de la infancia a quienes intento visitar cada vez que viajo a Asturias.

- Si le dieran una varita mágica, ¿qué deseo pediría para la cuenca del Nalón?

-Desarrollo económico, sin duda alguna. Uno de los aspectos más frustrantes de los que he sido testigo desde que me fui de Asturias, hace ya 42 años, ha sido asistir al estancamiento del desarrollo económico de la cuenca del Nalón. Nuestra cuenca no merece haberse quedado atrás cuando fue uno de los motores de la economía asturiana y española de la posguerra. Siento dolor cuando voy de Oviedo a Pola de Laviana en coche y sigo viendo las mismas estructuras industriales que hace 40 años sin que haya habido un impulso económico. Impulso que nuestra cuenca necesita.

- Sobre todos los más jóvenes...

-Esto es crucial para que nuestros jóvenes se sientan arropados y no deban migrar fuera de esta magnífica tierra. Está claro que esto tiene solución si entre todos trabajamos para que la cuenca del Nalón vuelva a tener el empuje económico que tuvo en su momento, tanto ella como el resto de Asturias. Necesitamos cabezas inteligentes que sean capaces de planificar a medio plazo una reestructuración de nuestro sistema de vida que nos permita ser más competitivos en el ámbito nacional e internacional.

- La Sociedad Cultural y Gastronómica La Pegarata ha destacado su papel en la investigación del cáncer de mama. ¿De qué aspectos de su currículum investigador está más orgulloso?

-Podríamos comentar varios aspectos, pero me centraré en dos. En primer lugar, el trabajo que nosotros realizamos en el laboratorio ha tenido repercusión en los pacientes desde el punto de vista de tratamientos y de avances en la investigación científica. Nuestro grupo ha conseguido que se realicen algunos ensayos clínicos en los que se han analizado terapias que se desarrollaron en nuestro laboratorio y que están mostrando eficacia en pacientes con cáncer de mama y en pacientes con un tipo de enfermedad tumoral de la sangre que se llama mieloma múltiple. El segundo aspecto que desearía destacar es nuestro compromiso con la formación de investigadores en el campo de la biomedicina. Me resulta satisfactorio trabajar con gente joven, entusiasta, que quiere ejercer la carrera investigadora para mejorar la calidad de vida de las personas.

- El cáncer de mama parece muy "agradecido" para los investigadores: hay muchas curaciones, cada vez más.

-Uno de los aspectos más importantes, no solamente en el cáncer de mama sino también en otro tipo de tumores, es la prevención: si se hace una detección precoz del cáncer, en muchos casos se puede curar. Cuando los tumores están extendidos es mucho más difícil pelear contra ellos. El cáncer de mama es el tumor más frecuente dentro de la población femenina. Afortunadamente el porcentaje de supervivencia tras cinco años de su diagnóstico supera el 80 por ciento. Muchos de los tumores llegan a curarse, pero hay algunos que son rebeldes y no responden a la terapia o vuelven a manifestarse tras unos años. Precisamente es este problema en el que estamos trabajando con intensidad en nuestro laboratorio.

- ¿Le llegan muchos ecos de pacientes?

-Somos investigadores de laboratorio y, por tanto, no tenemos contacto directo con los pacientes. Sin embargo, de vez en cuando recibimos consultas que valoramos junto con oncólogos clínicos, con los que tenemos una colaboración muy estrecha. Sí recuerdo que, hace unos años, asistí a una comida en la que participaron 700 mujeres que habían sufrido cáncer de mama. Al final de la comida, se me acercaron algunas con el tarjetón en el que estaba escrito el menú y empezaron a pedirme que se lo firmase, como si fuera un actor conocido o un deportista famoso. Al inicio vinieron unas pocas, pero después acabó formándose una cola. Me sorprendió agradablemente. Una de ellas era una chica de menos de 30 años, que me dijo: "Por favor, no paren de investigar, lo necesitamos". Esto es lo que más nos empuja a trabajar incesantemente, a buscar dinero en otras fuentes distintas a las ayudas estatales cuando, en momentos de crisis como el que hemos pasado y estamos todavía pasando, hay una escasez de financiación de los grupos de investigación por parte de las administraciones públicas.

- ¿Se imagina el cáncer de mama como una enfermedad crónica que no mate a nadie?

-No me imagino el cáncer como una enfermedad crónica. Sé que discrepo de algunos prestigiosos investigadores. Idealmente, lo que debemos intentar es eliminar el cáncer, curarlo, no hacerlo crónico. Y digo esto porque una de las características más preocupantes del cáncer es la inestabilidad genética. Los tumores se acostumbran a vivir dentro del paciente y evolucionan genéticamente para generar recidivas y volverse más agresivos. Por esta razón, yo preferiría hablar de curación más que de cronificación. Hay algunos tipos de tumores, por ejemplo la leucemia mieloide crónica, que antes mataban a los pacientes y ahora pueden mantenerse en un estado de curación o cronificación. Insisto que el objetivo debe ser la erradicación de la enfermedad.

- ¿Cuáles serían las claves para llegar a este punto?

-La investigación científica es la clave del desarrollo de nuestra sociedad, y no solamente va a ayudar a combatir el cáncer. La ciencia representa el núcleo a partir del cual progresaremos en todos los ámbitos, el tecnológico, el científico, el cultural. Es necesario apostar por la investigación porque significa invertir en nuestro futuro como sociedad.

- ¿En qué medida los avances en cáncer de mama son extrapolables a otros tipos de tumores?

-Los avances en el diagnóstico o tratamiento de un tipo de tumor específico pueden repercutir en otros tipos de tumores, y esto no solamente afecta al cáncer de mama. Obviamente, no todo es extrapolable de un tipo de tumor a otro pero, por ejemplo, puedo mencionar que algunos avances en la terapia que se basa en estrategias que usan el sistema inmune está extendiéndose por varios campos de la oncología. Los investigadores estamos siempre muy atentos ante la posibilidad de utilizar estrategias terapéuticas que tienen éxito en algunos tipos de tumores y extrapolarlas a otros tipos de tumores.

- ¿Cómo ha incidido la crisis de los últimos años en el ritmo de las investigaciones y en los avances?

-Es indudable que la crisis económica ha tenido un impacto sobre diferentes ámbitos de nuestra sociedad, y la investigación científica es uno de ellos. Esperemos que los gobiernos tengan suficiente inteligencia como para comprender que la competitividad internacional de España y de Asturias puede incrementarse fomentando la investigación científica. Debo destacar el esfuerzo que se está realizando desde el Principado para participar en programas de investigación europeos relacionados con la oncología. Me consta que existe un compromiso de ayuda a grupos de investigación de la región que desean participar en consorcios europeos de investigación en cáncer.

- ¿Trabajar en la investigación ayuda a levantarse con mejor estado de ánimo?

-El día 19 de octubre, y desde hace unos años, se nos recuerda la relevancia del cáncer de mama en la sociedad. Para nosotros, el día del cáncer de mama son todos los días del año. Nuestro compromiso con la investigación en esta enfermedad, y sobre todo con las pacientes que la sufren, es algo que llevamos con nosotros a diario. Es un gran estímulo para realizar nuestro trabajo, aunque a veces no penetre lo suficiente en la sociedad.

- ¿Cómo ve el conflicto catalán, en general y en lo que podrían ser sus repercusiones sobre el ámbito científico?

-Si algo he aprendido después de vivir en cuatro comunidades autónomas: Asturias, Galicia, Canarias y Castilla y León, es a querer a todos los pueblos de España. Amo a Cataluña, colaboramos científicamente con varios médicos y grupos investigación catalanes y seguiremos haciéndolo siempre que sea necesario porque, por encima de todo, está la salud de la gente. Una de mis colaboradoras catalanas veranea en Asturias. Me gusta transmitirle que Asturias es de Cataluña, y deseo que se encuentre tan a gusto como yo cuando viajo a Cataluña. La gente siempre me ha tratado bien. Frente a la confrontación enfermiza que atravesamos estos días, amor, mucho amor por la gente de toda España.

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