El Gobierno de Asturias decidirá en las próximas horas si procede realizar la declaración de prealerta por contaminación atmosférica a causa de los incendios forestales que asolan buena parte del Principado. Por el momento la prealerta se ha declarado en Gijón. En tanto se evalúa esa decisión, la Consejería de Sanidad recomienda que las personas mayores, los niños, las embarazadas y los enfermos crónicos -en especial, aquellos afectados por problemas respiratorios, cardiovasculares e inmunosupresión- limiten la actividad física intensa en el exterior.

El Principado hace también un llamamiento expreso a la tranquilidad y a evitar el alarmismo. Ahora mismo, tanto el presidente como los consejeros de Presidencia, Sanidad, Infraestructuras y Desarrollo Rural están en el Centro de Emergencias de La Morgal coordinando las distintas medidas necesarias para combatir los incendios, reducir la contaminación y minimizar los daños. Entre esas acciones se incluye la suspensión de las clases en los concejos de Ibias, Allande, Cangas del Narcea, Degaña y Tineo, decidida por la Consejería de Educación.

La oscuridad apreciable es un efecto derivado de la humareda provocada por los incendios La oscuridad apreciable es un efecto derivado de la humareda provocada por los incendiosy se confía en que vaya atenuándose y disipándose a lo largo de la jornada. La Dirección General de Salud Pública precisa que los ciudadanos pueden hacer vida normal, sin necesidad alguna de restringir sus actividades habituales. Sólo deben tomar precauciones especiales los colectivos citados previamente.

La Consejería de Sanidad también ha notificado al sistema sanitario que esté preparado para una mayor demanda asistencial, especialmente en los servicios de atención primaria.

Efectos sobre la salud

El humo de los incendios forestales es una mezcla de gases y partículas finas y puede causar irritación en los ojos y el aparato respiratorio, así como agravar las enfermedades cardiacas y pulmonares crónicas.

Las personas con más probabilidades de enfermar si respiran humo son las mayores de 75 años, la población infantil, las mujeres embarazadas, las personas que padecen afecciones respiratorias, en especial los asmáticos, y del corazón.

Respirar humo puede tener efectos en la salud: provocar tos, irritación de garganta y nariz, molestias en los ojos, etcétera.

En el caso de que se declare la situación de prealerta, las recomendaciones a la población general son las siguientes:

Evitar salir al exterior, en especial las personas susceptibles, para no exponerse a las partículas.

En los ambiente interiores, no encender nada que emita humo: chimeneas, cocinas de leña, carbón o gas, velas. Evitar también el humo de tabaco, ya que con ello aumentará la contaminación del aire.