Las cifras hablan por sí mismas. Diez de las 22 víctimas mortales de este este año en las carreteras asturianas fueron motoristas, lo que supone casi la mitad de las muertes de tráfico. Cinco de ellos murieron en accidentes registrados este verano, entre junio y septiembre. En el mismo periodo, 36 motoristas resultaron heridos, de los cuales nueve requirieron hospitalización.

Estos terribles datos explican que Tráfico haya mantenido durante todo el verano una campaña de control de motoristas que antes solo estaba circunscrita al mes de junio. En los cuatro meses del verano, se controlaron 3.451 motocicletas, de las que fueron sancionadas 218, imponiéndose 241 sanciones.

La mitad de las sanciones, un total de 113, lo fueron por exceso de velocidad. Solo nueve de los motoristas dieron postivo en alcohol, y solo uno de los controlados conducía drogado. Ocho motoristas no llevaban el casco reglamentario, y otros siete fueron sancionados por adelantamientos incorrectos. La segunda infracción más habitual es no llevar la ITV pasada. Por este motivo se impusieron 25 sanciones. Doce motoristas circulaban sin seguro obligatorio y otros once cometieron alguna infracción respecto a la documentación relativa la conductor.