"Necesitamos un estatuto en el que se nos reconozca como ayuntamientos turísticos y tengamos una financiación diferenciada, igual que pasa en otras comunidades autónomas. No puede ser que los vecinos tengan que afrontar en solitario el esfuerzo que supone el incremento de los gastos que conlleva el aumento de la población en las épocas turísticas". Así de rotunda se expresó ayer la alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández, que lamentó profundamente los recortes que sufren los concejos costeros para hacer frente a los gastos, "que cada vez son mayores". Así, señaló los recortes del Principado en el servicio de salvamento, los escasos ingresos para la Oficina de Turismo, "que no dan ni para pagar un sueldo" y ahora la limpieza de las playas. "Estamos en la desembocadura del río Sella, y aquí se sacan toneladas de madera, de porquería y hasta animales muertos, y cargamos nosotros solos con ello. No puede ser", clamó.

Al problema de los arenales en la desembocadura de los ríos se suman también las particulares condiciones de cada playa, muchas de ellas de piedra o con reducidos accesos que no permiten el paso de maquinaria, por lo que la limpieza debe hacerse a mano.