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Los centenarios de Covadonga, escenario idóneo para la puesta de largo de Leonor

Los expertos ven "lógico" y "coherente" que la primogénita de los Reyes reciba en el santuario, en 2018, los atributos de Princesa de Asturias

Los centenarios de Covadonga, escenario idóneo para la puesta de largo de Leonor | EFE

Leonor, hija mayor de los Reyes de España, debería recibir, en una ceremonia a celebrar en Covadonga, los atributos que corresponden a su condición de Princesa de Asturias. Y el año 2018, en el que se conmemoran los centenarios de Covadonga, pueden ser una ocasión idónea para dar este paso, que de algún modo podría representar la puesta de largo de la primogénita de Felipe y Letizia.

Ésta es la postura que, con matices, sostienen varios expertos consultados por LA NUEVA ESPAÑA. Entre ellos, no obstante, se observan algunas discrepancias acerca de si el contexto político actual, marcado por el conflicto separatista catalán, es el más adecuado para llevar a cabo un rito de esta naturaleza o más bien conviene buscar un momento más sosegado.

"Parece lógico que la Princesa de Asturias siga el mismo camino que su padre, y que eso se realice en Covadonga en un acto de similar contenido y en similares circunstancias", explica Carlos Fuente, ovetense, profesor de Protocolo de la Universidad Rey Juan Carlos y exjefe de Protocolo de los Premios Princesa de Asturias. Fuente alude a la ceremonia, celebrada el 1 de noviembre de 1977 -anteayer se cumplió el cuadragésimo aniversario-, en el real sitio, donde el entonces Príncipe Felipe, con nueve años, recibió la venera acreditativa de la distinción y la cruz de pecho enriquecida con el escudo del Principado. Leonor acaba de cumplir doce años.

A juicio de Fuente, "sería una feliz coincidencia" que esta ceremonia tuviese lugar "en el marco de las conmemoraciones de Covadonga", de manera que Leonor ya participase en la entrega de los Premios Princesa del año que viene. "Lo que no veo conveniente es que empiece a asistir a la entrega de los premios antes de la ceremonia de Covadonga", precisa Carlos Fuente, quien agrega que la decisión final corresponde a Felipe VI en función de "lo que considere más apropiado para su hija".

La entrega de atributos al heredero de la Corona no es un acto legalmente preceptivo, sino testimonial y simbólico, que en 1977 terminó convirtiéndose en un homenaje de los asturianos al Príncipe, reanudando así una tradición que el franquismo había interrumpido. Para 2018, el Gobierno del Principado, la Iglesia y el Ayuntamiento de Cangas de Onís han organizado más de 80 actos culturales, litúrgicos, deportivos e institucionales para celebrar los tres centenarios de Covadonga: los cien años de la coronación de la Santina, los 1.300 años de los orígenes del Reino de Asturias y la creación, hace un siglo, del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga.

El Gobierno regional prefirió ayer no pronunciarse sobre la posible visita de los Reyes a Covadonga durante 2018. Desde el Arzobispado se reconoce que "se está trabajando" sobre esta posibilidad, y se alimentan "buenas expectativas" basadas en la participación de los monarcas en jubileos similares, como los de Liébana o Caravaca. Que esta visita se viese acompañada de la entrega de atributos a la Princesa Leonor supondría para la Iglesia "redondear" las conmemoraciones.

Javier Fernández Conde, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, observa "una coherencia de tipo histórico e institucional que pediría la celebración solemne, como continuidad de lo que significa la realidad y el funcionamiento del Principado de Asturias". Sin embargo, Fernández Conde apunta algunas objeciones, como la existencia de sectores contrarios a este tipo de actos o el ya apuntado de la coyuntura política que atraviesa España. "A lo mejor, no es el momento más adecuado, debido a la problemática de Cataluña, y es preferible dejar que los ánimos se enfríen un poco. Quizá no sea el momento de elogios desmedidos a la Corona, que podrían contribuir a crear un tipo de reacción nacionalista española que partiera de Asturias y fuera contraproducente".

Para Juan Luis Rodríguez-Vigil, expresidente del Principado, la entrega de atributos a la Princesa "es un rito de paso dentro del esquema monárquico, un ritual necesario, y lo lógico es que se haga en Asturias". Otra cosa, señala, es determinar cuál es el escenario más propio: "Puede hacerse ante la Junta General del Principado, pero hacerlo en Covadonga tiene sin duda una carga simbólica". "No sé si la edad de doce o trece años es un poco precipitado", apunta el expresidente de Asturias.

Graciano García, director emérito vitalicio de la Fundación Princesa de Asturias, indica que "este tipo de decisiones corresponde a los Reyes, y ellos sabrán manejar los tiempos y determinar el momento más oportuno".

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