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Los médicos piden un robot quirúrgico para que la sanidad regional no quede relegada

El Sespa anunció en 2009 un "Da Vinci" para el HUCA, pero la crisis frustró el plan

Los médicos piden un robot quirúrgico para que la sanidad regional no quede relegada

La sanidad asturiana está quedándose atrás en el progreso quirúrgico debido a la carencia de un robot para realizar operaciones. Ésta es la postura que, con diversos matices, defienden varios cirujanos consultados por este periódico. La cirugía robótica llegó a España hace poco más de una década, y en la actualidad ya están instalados unos 35 equipos a lo largo de todo el territorio nacional. El Gobierno regional anunció en 2009 su intención de incorporar una de estas máquinas al nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), pero la crisis terminó echando por tierra este proyecto.

"Asturias está quedándose en fuera de juego en cuanto a cirugía robótica", subraya José Carlos Fernández, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital de Jove, de Gijón. No se trata, señala el cirujano, de abanderar una postura crítica con las autoridades, sino simplemente de abrir un proceso de reflexión "para que las personas con capacidad de decisión (políticos, gestores, jefes...) subsanen este problema a la mayor brevedad posible".

El coste aproximado de cada equipo ronda los 2,5 millones de euros, aunque se considera previsible que los precios puedan verse reducidos en un breve plazo de tiempo, con la finalización de los derechos de patente y la llegada al mercado de máquinas diseñadas por diversas compañías.

La posición del doctor Fernández es compartida por Juan Carlos de Vicente, catedrático y jefe del servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). "El HUCA, como hospital emblemático del Principado, debería apostar decididamente por la cirugía mínimamente invasiva, como una estrategia de evolución inmediata, para evitar quedar relegado con respecto a hospitales de otras comunidades. Ello implica implementar en la práctica diaria la cirugía robótica, como la representada por el sistema 'Da Vinci'", argumenta el doctor De Vicente.

Los robots "Da Vinci" se emplean preferentemente en el campo de la urología, especialmente en la extirpación de la glándula prostática. Sin embargo, "también tiene numerosas aplicaciones en otras especialidades, justificadas por la realización de abordajes quirúrgicos reducidos, cicatrices de menor tamaño, periodos postoperatorios más confortables para los pacientes y estancias hospitalarias más cortas", precisa el especialista en cirugía maxilofacial.

La indicación para las operaciones de próstata es muy bien conocida por Miguel Hevia, urólogo del HUCA. A su juicio, "la tecnología del robot aporta ventajas evidentes en cuanto a precisión quirúrgica, especialmente en aquellos casos de bajo riesgo que nos permitan una cirugía conservadora que minimice los efectos secundarios conocidos". Sin embargo, precisa el urólogo del HUCA, no conviene fiarlo todo a la máquina: "El robot 'Da Vinci' es un excelente instrumento quirúrgico cuyos resultados serán magníficos siempre y cuando sea manejado por un cirujano con experiencia suficiente en prostatectomía radical".

El equipo se compone de una consola, ubicada en el mismo quirófano, desde la que el cirujano opera sentado. Al lado del paciente se sitúa la torre de visión (formada por controladores, vídeo, audio y proceso de imagen)

y el carro quirúrgico, que incorpora tres o cuatro brazos robóticos interactivos controlados desde la consola. En el extremo de los brazos están acopladas las distintas herramientas necesarias para operar: bisturís, tijeras...

Víctor Álvarez Muñoz, jefe de Cirugía Pediátrica del HUCA, ha cursado un máster en la aplicación de robótica en cirugía mínimamente invasiva. Destaca que los últimos modelos del "Da Vinci" son de puerto único ("single site") y que otros también permiten reposicionar los "brazos" durante la cirugía, "lo que permite procedimientos más versátiles y ampliar el campo de aplicación de estos equipos".

A juicio del cirujano infantil, "estamos hablando de una tecnología muy potente, cuyas prestaciones son innegables". No obstante, "corresponde a los gestores evaluar la relación coste-beneficio, y decidir si merece la pena o no incorporarlo". Víctor Álvarez hace hincapié en la necesidad de "seleccionar bien las indicaciones". Y se explica: el robot puede emplearse en muchos tipos de cirugía, pero al ser elevado el coste por operación "no en todos está justificado su uso desde el punto de vista de la relación coste-beneficio".

Juan Carlos de Vicente matiza que en la cirugía maxilofacial, realizada principalmente en la cabeza y el cuello, el "Da Vinci" "tiene una utilidad limitada: se usa preferentemente en la extirpación y reconstrucción de cánceres de la parte profunda de la cavidad oral y de la faringe". El profesor De Vicente puntualiza que en su disciplina "son más relevantes la cirugía endoscópica ultrasónica transoral (TOUSS), especialmente en oncología, así como la navegación quirúrgica, la cirugía virtual y el escáner intraoperatorio, en traumatología, cirugía reconstructiva y corrección de deformidades de la cara".

Jacobo Silva, jefe de Cirugía Cardiaca del HUCA, señala que en su especialidad el empleo del "Da Vinci" "ha quedado restringido a una parte muy pequeña, la cirugía mitral". De este modo, agrega, "lo razonable sería que en España hubiera dos o tres programas, con unos centros de referencia que puedan ver un volumen amplio de casos". "Entiendo que traerlo a Asturias sólo para nosotros no merece la pena, no sería un coste eficaz. Otra cosa es traerlo para todas las especialidades, entonces sí podría tener cabida", asevera.

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