El Grupo Parlamentario Socialista mantendrá en la Junta General el criterio sobre la cooficialidad del asturiano que figuraba en el programa electoral con el que concurrió a las elecciones de 2015, que no contemplaba esa posibilidad.

Esta postura ha sido avanzada hoy por la diputada socialista Elsa Pérez tras la reunión de la comisión parlamentaria encargada de estudiar la situación del asturiano en la que su presidenta, Concha Masa, de IU, ha trasladado su propuesta de dictamen, que incorpora la exigencia al Gobierno de impulsar la cooficialidad.

"Nuestro marco de referencia es el programa electoral con el que concurrimos a las elecciones y al que dieron el respaldo los ciudadanos", ha apuntado la parlamentaria del PSOE "en la línea del Gobierno regional" después de que la dirección del partido se haya comprometido a promover la cooficialidad en la próxima legislatura.

En la reunión IU y Podemos han reiterado su apoyo a esta medida mientras que PP y Ciudadanos han avanzado su rechazo a que el futuro dictamen plantee poner en marcha la declaración de cooficialidad del asturiano y Foro ha reclamado que previamente exista un consenso social y político "transversal y amplio" para impulsarla.

Los grupos tendrán ahora un plazo hasta el 19 de enero para plantear sus aportaciones al texto propuesto por IU a la comisión, convertida por la coalición "en un esperpento", a juicio del diputado del PP David González Medina, al haber utilizado a este órgano parlamentario "para explicar su programa electoral".

Para González Medina, la propuesta inicial es "excluyente" y responde "a una batalla fratricida en la izquierda para dirimir quién es el macho alfa" pese a que, ha subrayado, la cooficialidad del asturiano "no es una demanda social ni representa lo que piensan y sienten la mayoría de los asturianos".

Así, ha asegurado que esa demanda responde "a una postura muy minoritaria" cuyos impulsores "deberían explicar" qué conllevaría en gasto público y en imposición de la enseñanza del bable en el sistema educativo o en procesos de oposición para un empleo público.

"No conozco a esa mayoría" ha afirmado respecto a las encuestas de la Academia de la Llingua que otorgan un apoyo social mayoritario a esa medida antes de recordar que sólo el 14 por ciento de los alumnos de Secundaria y el 3,5 por ciento de los de Bachillerato optan por aprender bable, porcentaje que se eleva al cincuenta en Infantil, donde la asignatura alternativa es cultura asturiana.

La parlamentaria de Podemos Lucía Montejo ha dicho que su grupo sería partidario de impulsar la cooficialidad en esta legislatura a partir "de un consenso amplio que responda al consenso social" y se ha comprometido a realizar aportaciones que permitan un acuerdo lo más amplio posible sobre el dictamen y evitar así que el asturiano "sea una más de las numerosas lenguas muertas de la UE".

Según la presidenta de la comisión, las actuales circunstancias sociales y políticas son "adecuadas" para impulsar la cooficialidad, una cuestión que, según el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, "no tiene nada que ver con la reforma de la Constitución" -un proceso al que la FSA pide vincular la reforma estatutaria y que está pendiente desde que Asturias accedió al autogobierno.

Para Pedro Leal, de Foro, la reforma estatutaria necesaria para equiparar el asturiano con el castellano requiere de un amplio consenso previo al que no contribuye, a su juicio, una propuesta de dictamen "muy pobre" que hace "un flaco favor" al asturiano al convertirlo "en una cuestión partidista de IU".

En contra de la cooficialidad se ha expresado también el portavoz de Ciudadanos, Nicanor García, al considerar que ni es una necesidad "expresada y sentida por la inmensa mayoría" y tiene además "una mochila económica importante de la que nadie habla" por lo ha abogado por desarrollar la actual ley de uso y promoción del bable y por buscar "los mínimos comunes de todos" y no "el enfrentamiento".

"La cooficialidad -ha advertido García- no es ninguna panacea. El problema es cuántos usan el asturiano y por qué no se usa más".