La insólita llegada al debate político del ancho de las vías del tren separa dos formas de conseguir un objetivo irrenunciable desde los primeros planos de la obra de Pajares: los túneles han de ser de tráfico mixto. Otra cuestión es cómo conseguirlo. Los que santifican las vías de ancho estándar como irrenunciablemente unidas a la alta velocidad dicen, lo dijo anteayer el fundador de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, que "hay tecnología de sobra, lo que falta es voluntad política". Sus antagonistas señalan que sin mercancías para esas vías lo sensato es el ancho ibérico montado sobre una traviesa polivalente que permita con una fácil maniobra la transición al estándar cuando exista material móvil adaptado. Unos dicen que Asturias quedará aislada sin ancho AVE, los otros que Asturias quedará aislada si las mercancías siguen saliendo por Pajares.

Todos se culpan entre sí para llegar al mismo punto por rutas distintas: Cascos responsabiliza al PSOE y teme que ni sus hijos vean abierta la Variante; Ignacio Prendes (Ciudadanos) ya sospecha que el cambio de planes de Fomento siguiendo a Cascos retrasará la apertura hasta 2022.