El juicio contra dos médicos del ambulatorio de La Lila de Oviedo -uno ya jubilado- acusados de prescribir anabolizantes a deportistas para incrementar su rendimiento quedó ayer visto para sentencia después de que el ministerio público rebajase la pena solicitada para el facultativo Vicente Ramón A. M. de seis a tres años de prisión, al considerar que el delito de falsificación de recetas no se produjo de forma continuada, tal como sostenía inicialmente. Por otro lado, mantuvo la pena requerida de dos años de prisión para la doctora María Jesús A. M., a la que acusa de un delito contra la salud pública, por prescribir sustancias prohibidas a un deportista de febrero a septiembre de 2013.

Las defensas pidieron la libre absolución de sus defendidos. Julio César de Antolín Morán, letrado del médico jubilado, indicó en su informe final que los documentos con los que se obtuvieron los anabolizantes no fueron falseados por el facultativo, ya que datan de una época, septiembre de 2013, en la que estaba de vacaciones. La firma que aparece en los documentos sí es la suya, pero no la letra del destinatario de los medicamentos. Por otro lado, el abogado sostuvo que no puede haber falsificación de documento público, toda vez que, de las cuatro prescripciones objeto de juicio, tres son notas de consulta y una cuarta es una receta privada. Por lo que se refiere a la defensa de la doctora María Jesús A. M., su abogado insistió en que prescribió los medicamentos a un amigo de su hijo que estaba "cansado, inapetente y débil", y que consideraba que ese era el tratamiento que debía darle.

La Fiscalía considera que los dos médicos facilitaron sustancias prohibidas a personas que practicaban deporte de forma no federada con la única finalidad de aumentar sus capacidades físicas. En la jornada de ayer, antes de los informes, una agente de la Policía Científica se ratificó por videoconferencia en su informe pericial sobre los documentos, que en opinión de la Fiscalía incriminan al doctor jubilado.