El Comité de Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa, que visitó España entre septiembre y octubre de 2016, ha girado un informe a España con sus conclusiones en el que pide al Estado que deje de utilizar la contención mecánica con sujeciones como medida disciplinaria tanto sobre reclusos como en centros de menores, tras constatar que se sigue recurriendo a esta práctica que puede suponer, a su juicio, "trato inhumano o degradante".

En concreto, el personal del CPT visitó los centros para menores infractores de Sograndio (Asturias) y Tierras de Oria (Almería), donde pese a la percepción positiva general respecto del trato recibido, recabaron "varias denuncias creíbles relacionadas con maltrato físico deliberado por parte del personal hacia los detenidos".

"El uso de la sujeción mecánica para los menores es un asunto que preocupa especialmente al Comité. En Sograndio, se les esposaba a objetos fijos en una sala aislada y en Tierras de Oria se les sujetaba a una cama, boca abajo, con los tobillos y muñecas (y a veces el torso) atados a los lados de la cama con correas. En este último centro, los menores no podían utilizar el baño mientras estaban sujetos (a pesar de pedirlo) y en algunos casos se veían obligados a orinarse encima", dice el informe.

El CPT considera que "el uso de medios de sujeción podría considerarse trato degradante o inhumano y recomienda que las autoridades", que en una respuesta con alegaciones niegan que se sigan utilizando estos mecanismos de contención, "pongan fin a esta práctica".

Otro asunto "preocupante" para este organismo, es el hecho de que "se imponga aislamiento disciplinario a los menores". "El tiempo máximo de aislamiento de siete días para un menor, tal como estipula la legislación española, ya es de por sí excesivo. Es más, la delegación del CPT tuvo conocimiento de casos de menores que habían sido sometidos a aislamiento como medida disciplinaria durante tres periodos consecutivos de siete días", detalla.

El Comité destaca que "existe una creciente tendencia a escala internacional para promover la supresión del régimen de aislamiento como sanción disciplinaria para menores" y recomienda que las autoridades españolas obren en consecuencia y modifiquen la legislación en este sentido.

En cuanto a las condiciones materiales de la detención, el informe dice que eran "en general, buenas en ambos centros", aunque indica que en Tierras de Oria "había varias habitaciones de 6 m2 que estaban ocupadas por dos personas, lo que supone unos escasos 3 m2 de espacio vital para cada menor" y los anexos sanitarios en estas habitaciones estaban sólo separados en parte, cuando lo estaban, del resto de la habitación, por lo que no ofrecían privacidad alguna.