La magistrada María Elena González, titular del Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo, ha absuelto a los médicos Cándido Fernández y Elena Núñez, del consultorio de La Lila en Oviedo, de un delito de homicidio imprudente por no haber atendido a Javier Auviaño Amieva, de 36 años, fallecido por las complizaciones de una gripe A a principios de 2014. En el fallo, que se ha dado a conocer esta mañana, la magistrada considera que los médicos actuaron conforme a la lex artis, resalta las contradicciones de la madre del fallecido, Fidelia Amieva, e indica que no ha quedado probado que un ingreso más temprano del fallecido hubiese evitado la cadena de complicaciones que llevaron a su fallecimientos, abonándose a la tesis de algunos peritos en el sentido de que su empeoramiento fue explosivo y repentino.

En el juicio, celebrado el miércoles de la semana pasada, tanto el fiscal como la acusación particular, a cargo de Juan Carlos Muñiz, mantuvieron cuatro años de cárcel para los médicos. Las defensas, a cargo de Carlos Gutiérrez-Cecchini y Javier Álvarez solicitaron la absolución.

En el juicio, los médicos habían indicado que no acudieron al domicilio del fallecido porque las explicaciones que dio la madre no les hicieron pensar que su estado no fuese otro que el típico de una gripe común. La madre refirió no obstante que los dos facultativos se habían negado a acudir a la vivienda a pesar de que les había advertido de que estaba cianótico y vomitaba sangre. Sobre la médica, llegó a asegurar que le dijo que había terminado su turno. La jueza considera sin embargo que no parece claro que la madre del paciente refiriese alguno de estos síntomas a los médicos con los que habló por teléfono.