El Servicio de Salud del Principado (Sespa) expresó ayer su apoyo a los cambios de destino de algunos psiquiatras del área sanitaria que comprende Oviedo y el centro de la región. Los movimientos, aún no ejecutados, han sido airadamente rechazados por dos personas de mucha influencia, cuyas reacciones públicas han sembrado inquietud en los despachos sanitarios e incluso más arriba.

Uno de los que ha hecho pública su protesta es Jose María Fernández, ex alto cargo del Sespa, donde fue responsable de los servicios de Salud Mental de toda Asturias y más tarde, entre 2013 y 2015, "número dos" del conjunto del Sespa. Con la reorganización, el doctor Fernández pasaría de una función a otra, pero siempre dentro de las dependencias de Salud Mental de La Corredoria. A su juicio, en las medidas adoptadas se observa "arbitrariedad".

La otra protesta sonora es la de Gaspar Llamazares, diputado autonómico de IU. Su esposa, la psiquiatra Ana Isabel González, quien compartía tareas con José María Fernández, pasaría, con el nuevo organigrama, de La Corredoria al hospital de día de San Lázaro (Oviedo). Según Llamazares, los cambios de médicos implican "la voladura unilateral de los equipos profesionales". Esta polémica se produce en plena negociación entre el PSOE e IU de los Presupuestos del Principado para 2018.

"El Sespa apoya las decisiones de los mandos intermedios, máxime si son adoptadas en el marco de una unidad de gestión clínica. La responsable del área, Beatriz Camporro, está dialogando con todo el mundo y adoptando medidas encaminadas a mejorar la atención psiquiátrica en el área IV", declaró a este periódico José Ramón Riera, gerente del Sespa. Según Riera, las medidas que han originado la polémica "ya han sido comunicadas, pero la ejecución de las mismas se hará de forma paulatina en función de los criterios de la doctora Camporro".

Uno de los cambios establece la marcha de uno de los psiquiatras del centro de salud mental de La Ería (Oviedo). Sus compañeros han enviado una carta de protesta a las autoridades sanitarias, incluyendo los nombres de los profesionales que la suscriben. En ella figura el catedrático de Psiquiatría Julio Bobes, quien ha negado que haya dado su apoyo a esa misiva.