"Somos el país con menos doctores en la empresa", aseguró ayer la secretaria de Estado de Investigación, Carmen Vela, durante el acto de Santa Catalina en la Universidad de Oviedo. Uno de los puntos de fuga, a su juicio, radica en que las empresas todavía no dedican "lo que sería necesario" a I+D+i. "Tenemos un buen sistema pero todavía es pequeño; nos queda mucho que hacer en esa colaboración público-privada", remarcó Vela en su análisis del sistema español de Ciencia e Innovación en el que enfatizó la posición destacada de España, la décima posición en el ámbito internacional. "Sin embargo ocupamos la 16ª posición en innovación a nivel europeo", resaltó Vela. "Cada vez las empresas y las universidades entienden que es mejor colaborar, favoreciendo una cuenta de resultados que hará crear más empleo de calidad y aumentar la competitividad del país", agregó. Si bien "estamos bien orientados", se hace necesario también "un cambio de mentalidad", planteó.

Al reto de una mayor presencia de doctores en las empresas, sumó la secretaria de Estado los objetivos de promoción del talento y empleabilidad en el próximo plan estatal de I+D+i donde aumentarán las ayudas "Juan de la Cierva", orientadas a fomentar la inserción laboral en la etapa posdoctoral. Además, los contratos a jóvenes investigadores se concederán al mismo tiempo que los proyectos para que no existan desajustes. "En la convocatoria predoctoral tenemos 100 millones de euros y nos faltan otros 100 que todavía no hemos encontrado", reconoció Vela. Aún así, "la Ciencia española está trabajando extraordinariamente bien". Como ejemplo puso a la Universidad de Oviedo, que suma 9 proyectos de financiación de la UE y dos ayudas del Consorcio Europeo de Investigación (ERC) que han reportado seis millones y medio de euros para la principal institución académica del Principado, "algo nada desdeñable", aseguró la secretaria de Estado. Una parte importante de ese dinero corresponde al proyecto de Carlos López-Otín, financiado por el ERC, y a quien Vela definió como "referente en investigación, con reconocimiento internacional, que lleva el nombre de Asturias y de su Universidad por todo el mundo". Todo ello, continuó la secretaria de Estado, unido al reciente nombramiento de la asturiana Rosa Menéndez como presidenta del CSIC, que "ha aportado mucho a la Ciencia". Vela pidió, no obstante, la implicación del tejido empresarial para avanzar: "No seremos un país de Ciencia si las empresas no hacen investigación e innovación".

Al rector, Santiago García Granda, no le convencen las posiciones en los ranking si los científicos continúan trabajando "en la más absoluta precariedad". Por este motivo, el máximo responsable de la institución académica aprovechó para reivindicar que en los próximos Presupuestos Generales del Estado se destine mayor inversión a educación e investigación: "Potenciar la educación es una inversión para garantizar el desarrollo de un país. Invertir en conocimiento produce siempre los mejores beneficios". García Granda coincidió con la secretaria de Estado en que Universidad y empresa deben enriquecerse mutuamente. De la parte académica destacó su compromiso con el rejuvenecimiento de las plantillas, la internacionalización y la adecuación de su oferta a las necesidades del tejido empresarial. Otro de los retos, reconoció el Rector, pasa por lograr "la plena empleabilidad de los universitarios", ofreciéndoles mejores perspectivas laborales, oportunidad que no será difícil de alcanzar para los premiados ayer en Santa Catalina, de quienes valoró el Rector sus capacidades, "múltiples y muy valiosas".