La Consejería de Sanidad ha detectado problemas de trato de los mandos intermedios a sus subordinados y ha puesto en marcha un plan de formación para corregir lo que las autoridades sanitarias consideran el origen de "un grado importante de conflictividad laboral". Así lo reconoció ayer en la Junta el gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), José Ramón Riera, en el transcurso de una comparecencia solicitada por el PP con el objetivo de formular una serie de preguntas acerca de lo que los populares consideran "graves deficiencias en la gestión del personal sanitario", en alusión a las irregularidades diagnosticadas por la Sindicatura de Cuentas del Principado.

El gerente del Sespa -que acompañaba en la Junta al consejero de Sanidad, Francisco del Busto- señaló que en la plantilla del Sespa existen "717 vacantes puras" debido a que las jubilaciones de los últimos años no han podido ser cubiertas por los mecanismos estipulados. Por esta causa, la mencionada situación coexiste con "2.400 trabajadores con contrato eventual, de los que 800 son de larga duración". Riera coincidió con Podemos en la necesidad de convertir a este personal eventual en trabajadores fijos o interinos, pero declinó valorar la exigencia de la formación morada, en el marco de la negociación de los Presupuestos del Principado para 2018, de crear 430 plazas (de las que 230 están vacantes y otras 200 serían de nueva creación) como modo de recortar las listas de espera.

En su respuesta a IU sobre la conflictividad laboral en la sanidad pública, Riera ofreció una detallada explicación: "Lo más importante no son las cuestiones retributivas ni las organizativas en el nivel de la macrogestión. Muchas veces, la conflictividad laboral viene dada en el nivel de la meso y la microgestión, que es donde las personas pueden sentirse realmente mal con unas determinadas tareas o unos determinados compañeros, y también con el trato".

Permisos de conciliación

Según el gerente del Sespa, "hemos detectado que el trato de los mandos intermedios, la manera de dirigirse, las expresiones, la agresividad verbal, ocasionan un grado importante de conflictividad, y ése es un tema que estamos intentando cuidar a través de un núcleo de formación importante de todos los mandos intermedios". Un ejemplo: "Cuando una persona va a solicitar un permiso para conciliar la vida laboral y personal, y se le niega por razones del servicio, se origina una conflictividad que puede ir 'in crescendo' y ocasionar problemas en el equipo", apuntó Riera.