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La guía secreta de Asturias

El Silencio se escucha en Ballota

Una de las playas más famosas del concejo de Cudillero y varios pueblos costeros se pueden contemplar desde el mirador de la ermita de San Roque

El Silencio se escucha en Ballota

Diciembre parece que amanece con poca luz con la llegada del frío y las primeras nieves en los puertos y en las zonas altas de la región. Así es que el Cantábrico, a pocas semanas de entrar el invierno, tiñe su azul con numerosos grises, una visión distinta y no por ello menos atrayente para los que gustan de descubrir el paisaje asturiano los doce meses del año. Eso sí, en estas fechas bien abrigados.

Uno de esos lugares especiales y con encanto está junto a la ermita de San Roque, a unos tres kilómetros del pueblo de Ballota, en el concejo de Cudillero. Al mismo se accede a través de una carreterina que ya está señalizada en la rotonda de acceso a Ballota. La misma finaliza, después de unos tres kilómetros, en lo alto de este lugar, donde un hórreo y la propia ermita comparten un amplio espacio desde el cual mirar el horizonte y toda la rasa costera es un lujo para los sentidos.

Con un día claro, sin duda este lugar es el indicado para quienes disfrutan con la fotografía. Allí se celebra en el mes de agosto la fiesta del pueblo, en la que San Roque es el protagonista, fechas de calor y fiesta de prau que hay que conocer "in situ" cuando llegue el próximo verano. Pero de momento otro espectáculo singular se sirve ante nuestros ojos. Desde allí se puede observar el cabo Vidio, en Oviñana, con su "minúsculo" faro allá en lo alto, y cuanto se distribuye a lo largo de la rasa costera, pueblos, entre otros, como Oviñana, Castañeras, Novellana, Santa Marina o Ballota, este último un lugar que hay que caleyar sin prisas antes o después de haber subido hasta la ermita.

Entre algunas playas que desde allí se pueden distinguir está la del Silencio, también llamada El Gavieiru, una concha protegida de los vientos por el paisaje que la circunda y que enamora a cuantos la visitan tanto por su belleza singular como por ese sonido que hace el océano cuando el mar sube y baja sobre los cantos rodados que la pueblan y que, sin duda, invita a la relajación. El sonido de su silencio llega, para quien lo ha escuchado alguna vez, hasta este lugar, en el que se vuelve a descubrir esta preciosa playa con una imagen diferente.

Caminando por estos lugares se puede recordar al famoso vendedor de biblias George Borrow, más conocido como "don Jorgito el inglés", quien en 1837 viajó por todo el país y que plasmó sus experiencias en el libro "La biblia en España". Entre lo que escribió sobre Asturias señalaba -llegado en caballería a la sierra de Las Palancas, de la que forma parte este lugar- aquello que dijo y que aún recuerdan los propios del lugar: "Siete ballotas y un ballotín, vaya'l demoniu que mal camín". Pero, claro, eso fue hace 180 años.

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