La universidad española acusa los peores años de la crisis. Los rectores reunidos en torno al G-9, que agrupa a las universidades públicas que son únicas en su comunidad, expusieron ayer en Santander los problemas que afectan al ámbito de la investigación. La comisión sectorial, presidida por el máximo responsable de la Universidad asturiana, Santiago García Granda, denunció que se mantiene el nivel de recorte en investigación: el 36% en los últimos siete años y junto a ello se mantienen los problemas para contratar investigadores excelentes. Además, reclamaron que hace falta formar más doctores. En ese contexto de merma de recursos, los rectores alertaron del "grave riesgo" que corre la competitividad y la relevancia internacional de la investigación española. Las universidades del G-9 pidieron recuperar los niveles de atención a los programas de recursos humanos en el plan estatal de I+D+i" que constituyen "un excelente método de selección de jóvenes investigadores para asegurar el relevo generacional y la regeneración del PDI universitario.