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Cantabria, descanso de republicanos asturianos

Decenas de soldados fallecidos en hospitales de campaña permanecen enterrados en numerosos cementerios de la comunidad vecina

Los expertos Fernando Obregón y Enrique Menéndez. X. E. A.

No se sabe cuántos son, pero seguro son decenas, quizás más de un centenar. Sus nombres figuran en los registros civiles de los municipios cántabros, pero no son todos, ni mucho menos. Se trata de soldados republicanos asturianos fallecidos en la comunidad vecina víctimas de los bombardeos y de las enfermedades, y enterrados en cementerios cercanos a los hospitales de guerra próximos a los frentes de batalla.

Uno de esos cementerios es el del municipio de Limpias. Una lista hallada en la parroquia de San Pedro recoge los nombres de setenta y cuatro soldados republicanos que habían sido enterrados en el cementerio de la localidad. De ellos, nueve eran asturianos, aunque muchos más también podrían serlo a juzgar por sus apellidos.

Enrique Menéndez y Fernando Obregón llevan más de una década buscando en los registros civiles, analizando ingente documentación y recorriendo municipios cántabros en busca de información sobre fosas comunes y fallecidos durante la Guerra Civil en su comunidad.

"La lista hallada en Limpias es mucho más completa que la que figura en el Registro Civil, porque en aquella época todo era muy caótico, sobre todo en el bando republicano, y tampoco se inscribía a todos los fallecidos", explica Enrique Menéndez. Su compañero y amigo matiza incluso: "Yo en el Registro encontré quince inscritos, y en la lista que había en la parroquia había setenta y cuatro. Esto es importante para las familias", aseguró. Y es que, según estos expertos, en los registros oficiales sólo consta el 40 por ciento de los fallecidos y desaparecidos en la contienda civil.

El listado hallado en Limpias no es un hallazgo en el sentido de haber encontrado una relación de fallecidos víctimas de la represión o asesinados durante la Guerra Civil. Obregón y Menéndez matizaron que se trataba de soldados republicanos que fallecían en hospitales de campaña cercanos a los frentes de batalla.

"En Torrelavega murieron muchísimos asturianos que integraban distintos batallones, y cada batallón eran como unos seiscientos hombres", explicó Fernando Obregón. Un ejemplo fue el denominado "Sangre de octubre", compuesto íntegramente por soldados asturianos. "Al caer Santander murieron muchísimos. Eran voluntarios y muy combativos". El intercambio de batallones asturianos, cántabros y vascos era frecuente. En función de cómo se desarrollaba la guerra, iban avanzando o retrocediendo. "En Asturias hubo muchos muertos republicanos cántabros y vascos, y también asturianos en Cantabria y Vizcaya", aseguran los expertos. También eran fosas comunes.

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