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Los enfermos de hepatitis C ya pueden ser donantes de órganos en Asturias

Una prueba permite que personas con el virus cedan el corazón y los pulmones sin riesgos para el receptor, gracias a los nuevos fármacos

Trasplante en un quirófano del HUCA. LNE

Los pacientes con virus de la hepatitis C ya pueden donar sus órganos sin restricciones. Si son portadores del virus, pero éste no ha pasado al torrente sanguíneo, los órganos pueden ser trasplantados, ya que no existe riesgo de trasmitir la infección a los receptores. Y si son enfermos de hepatitis C -y aquí reside la novedad- ahora también pueden donar a pacientes no infectados sin riesgos para estos últimos, en virtud de un protocolo elaborado por la sanidad regional.

Esta posibilidad se ha abierto tras la llegada de los medicamentos antivirales que curan la hepatitis C, cuya tasa de éxito es del 98 por ciento, y que podrán ser aplicados al paciente que ha recibido el órgano infectado. De este modo, los afectados por la citada enfermedad pueden ceder el corazón o el pulmón para realizar un trasplante en situaciones de "urgencia cero" (en las que la vida del receptor peligra si no se le realiza el trasplante en 24 ó 48 horas). En España, ya se han realizado dos trasplantes de corazón con estas connotaciones.

"En Asturias ya estamos preparados; es cuestión de que surja un donante con estas características", afirmó ayer Dolores Escudero, coordinadora autonómica de trasplantes, quien agregó que "gracias a la colaboración del doctor Fernando Vázquez, jefe del servicio de Microbiología, se ha incorporado una técnica rápida de diagnóstico molecular que en aproximadamente una hora permite identificar a aquellos donantes que pueden trasmitir la infección".

Hasta el momento, la donación de personas con hepatitis C sólo se llevaba a cabo -al menos, sobre el papel- si el receptor era portador de este mismo virus. Sin embargo, dadas las complicaciones y variedades genéticas del virus, en la inmensa mayoría de los casos estos donantes tenían que ser descartados finalmente, y no llegaban a donar sus órganos.

Ahora ya es posible injertar un órgano infectado en un paciente no infectado. Según el itinerario trazado por los especialistas en trasplantes de la región, los receptores de un órgano procedente de un donante virus C con infección activa deberán firmar un consentimiento específico. A estos pacientes se les realizará "un seguimiento exhaustivo de control y posterior tratamiento si se confirmase la transmisión del virus C", precisó la doctora Escudero.

Los expertos subrayan que la evidencia médica actual es concluyente y ofrece "todas las garantías" que cabe exigir a la donación de un órgano, subraya Lino Vázquez, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Por una parte, el paciente que recibe el órgano infectado va a desarrollar hepatitis C con casi total seguridad. Por otra, va a ser posible suministrarle un tratamiento con los nuevos antirretrovirales que erradicarán la presencia del virus.

Según la directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, los avances en el tratamiento de la hepatitis C pueden hacer cambiar el paradigma del trasplante cardiaco, ya que muchas infecciones presentes en el donante se pueden asumir en el receptor porque son tratables con éxito y la escasez de órganos "hace que se pueda correr ese riesgo" informando previamente al receptor.

La actividad se acelera

En el caso de los dos trasplantes realizados hasta el momento en España, se trató al primero en el instante en el que se detectó la infección, y ahora se plantea si tratar los nuevos casos en el momento del trasplante, a modo de tratamiento anticipado, para que no llegue a producirse la infección.

De otro lado, la actividad donadora y trasplantadora ha experimentado en Asturias un fuerte acelerón en los últimos días. En lo que va de año, y hasta ayer, la región ha registrado 46 donantes multiorgánicos, y 64 trasplantes de riñón, 39 de hígado y 9 de corazón.

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